Actualmente en Estados Unidos, más del 80% del maíz, soya y algodón cultivado son transgénicos, lo que no siempre es especificado en las etiquetas, debido a la legislación vigente sobre el etiquetado de estos alimentos, el que se ha manejado a nivel estatal, por lo que muchos no lo exigen. Lo anterior, estaría a punto de cambiar, como consecuencia de un proyecto que llega a poner en regla los vacíos en el tema.
La Senadora Barbara Boxer, demócrata perteneciente a California; el Senador Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut y el diputado Peter DeFazio, demócrata de Oregon presentaron un proyecto de ley titulado: “Genetically Engineered Food Right to Know Act of 2015” (La ley del derecho a saber sobre alimentos transgénicos de 2015) la que exigiría la rotulación de alimentos modificados genéticamente, que ya tiene un amplio apoyo entre otros miembros del congreso, grupos de defensa del medioambiente y consumidores.
Según De Fazio, “no podemos seguir manteniendo a los estadounidenses ignorantes en cuanto a los alimentos que consumen. En más de 60 países, ya se facilita la entrega de información para que los consumidores elijan mejor qué consumir ¿Por qué Estados Unidos debe ser distinto?”, preguntó.
Es notable como este tema causa ruido entre los estadounidenses, ya que, más de 1,4 millones han firmado la petición de la campaña Just Label it (sólo etiquétalo) a favor del etiquetado de alimentos transgénicos, mientras que un 90% de los estadounidenses encuestados, apoyan el etiquetado obligatorio.
Sin embargo, no todos están al favor de rotulación obligatoria. Muchas empresas en la industria de alimentos apoyan la propuesta presentada por el diputado Mike Pompeo de Kansas que se llama: “Safe and Accurate Food Labeling Act” (Proyecto para la rotulación segura y precisa de los alimentos). Bajo esta propuesta, la FDA, agencia regulatoria de Estados Unidos, exigiría que las empresas notifiquen acerca de organismos o ingredientes genéticamente modificados, en un producto, antes de venderlo. La FDA tendría un tiempo limitado para aceptar o rechazar el producto como seguro para personas y animales, después de eso, se podría vender el producto sin rotulación a menos que sea significativamente distinto a un producto convencional. En otros casos el etiquetado sería voluntario.
Empresas en el rubro del Bakery, como Nestlé y Kellogg’s, se han manifestado en contra de la obligación de rotular productos transgénicos y han donado dinero para apoyar iniciativas en contra de las que exigen su rotulación. Por el contrario, otras empresas han visto una oportunidad de ganar consumidores al eliminar o informar sobre el uso de ingredientes genéticamente modificados, debido a que la mayoría de los estadounidenses se preocupan por el tema. La cadena de restaurantes Chipotle ha eliminado ingredientes transgénicos de los platos que sirve, aunque no puede asegurar completamente que algunas carnes y lácteos que utiliza, puedan venir de animales que consumen alimentos transgénicos ya que su uso es común en la alimentación de ganado.
Otros han tomado una postura mixta. Por ejemplo, General Mills, un gigante en cereales de desayuno ha eliminado ingredientes transgénicos de su popular marca Cheerios, pero no ha hecho mucho para promocionar el cambio, y muchos otros productos de la empresa aún los contienen. Mientras tanto, la empresa de helados Ben y Jerry´s eliminó ingredientes transgénicos en sus líneas de productos pero su sociedad controladora, Unilever, aún los utiliza.
Fuentes : www.foodsafetynews.com www.bakingbusiness.com www.justlabelit.org www.foodconsumer.org www.chipotle.com www.gpb.org