Los conocimos por implementar una acción social digna de imitar y que produjo un potente interés mediático en prensa y televisión y muchos comentarios positivos en las redes sociales.
Sin embargo, Panadería Doña Javiera es mucho más que este lindo gesto enmarcado en la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Es una historia de constancia, calidad y emprendimiento en Cerro Los Placeres en Valparaíso. De palabras de su dueño, Ricardo Alcaíno, conocemos la historia de la Panadería Doña Javiera.
En mi condición de profesional de la construcción, fui contactado por un amigo de la infancia para reparar y refaccionar una Panadería ubicada en el Cerro «El Molino» la cual deseaba arrendar y que se encontraba en malas condiciones producto de un incendio que la había afectado. Era finales de 1982 y, en tanto se ejecutaban las obras, el me propone asociarme y llevar adelante juntos este emprendimiento. Al cabo de cinco años, cuando el contrato de arriendo ya vencía, nos trasladamos a otra industria, esta vez ubicada en el Cerro «Los Placeres» y emplazada en calle Javiera Carrera, la que da el nombre a la panadería. Con posterioridad mi socio viaja a radicarse a Noruega, quedando yo como titular de la industria.
“Toma lo que necesites” Lo vimos en TV y en otros medios, pero nos interesa nos lo diga con sus propias palabras, ¿Qué pasa en la Panadería al final del día?
No existe un cambio muy notorio respecto del funcionamiento y/o de la producción, nuestra intención nunca fue crear el revuelo mediático que se generó. Han sido muy gratificantes todas las muestras de apoyo y de felicitaciones, tanto personalmente como a través de las redes sociales.
Recordemos que en su oportunidad Ricardo Alcaíno señaló a medios de comunicación que “Lo que más me gusta es que la gente es honesta, que toma lo que necesita. No hay nadie que se haya llevado diez bolsas de pan de una sola vez, sino que al contrario, todos sacan lo que necesitan» y que «esto no es sólo para la gente de Placeres, es para quien necesite pan. Pueden venir personas de Portales, Esperanza o de dónde sea que necesite una mano». La idea fue inspirada por la experiencia en el extranjero y hasta ahora ha sido todo un éxito en el sector.
En el mueble ubicado al exterior de la panadería hay un letrero que dice “toma lo que necesites”. Los clientes de la panadería destacaron la iniciativa ya que aseguran que se trata de algo que va en directo beneficio de la comunidad.
¿Los clientes del Cerro Los Placeres son diferentes al de otros sectores o cerros del puerto?
No lo creo, es cierto que existen en Valparaíso varios cerros con más precariedad económica y topográficamente muy complejos, pero las características del porteño son comunes, independiente de cerro que habiten.
¿Cómo es la relación con los clientes corporativos como lo son los Regimientos y Hospitales?
Considerando que el cliente se adjudica por licitación pública y que el contrato no dura menos de un año, es una relación que se basa principalmente en un servicio óptimo, ya sea en cuanto a la calidad como en la puntualidad y, por sobre todo, en la capacidad de respuesta ante requerimientos de urgencia.
¿Cuál es el producto estrella de Doña Javiera?
No tenemos un producto que se destaque respecto de los otros, pero al poseer horno «chileno» creo que nuestro «pan batido» tiene bastante aceptación. También fabricamos empanadas de pino muy económicas y de muy buena calidad, sin dejar de lado nuestro pan de pascua que se fabrica con receta propia y de forma natural (sin premezclas).
A su juicio, ¿Cómo está el sector panadero – pastelero en Valparaíso?
Creo que la situación no es muy diferente al resto del país. Es decir, la escasez de mano de obra especializada es una situación que nos debe preocupar profundamente, son muy pocos los jóvenes que hoy se interesan por ingresar a este rubro y ante lo cual debemos hacer un mea culpa sincero. No es un sector económicamente atractivo para aquellos muchachos que están en condiciones de ingresar al mundo laboral, por tanto eligen alternativas más rentables (minería, construcción etc.) impidiendo el recambio natural que debiese darse. Sumémosle a esto la falta de lugares idóneos para aprender el oficio y «profesionalizar» la actividad, condición básica para optar a remuneraciones acorde a la importancia de la labor a realizar.
No me referiré en profundidad a las nuevas exigencias que los diferentes servicios han definido para el comercio en general y para el sector alimenticio en particular, pero son cambios que implican fuertes inversiones para su aplicación y, por sobre todo, nos obliga a estar muy al día en su implementación.
¿Cuáles tendencias cree son las más importantes hoy en día en la industria?
Si la pregunta tiene que ver con el consumo, creo que la tendencia va por la preferencia de los productos «sanos» y especiales, ahora, si es respecto del servicio, la gente está prefiriendo aquellos locales que privilegien el ahorro de tiempo en sus compras, para lo cual es necesario implementar mecanismos tecnológicos para agilizar la atención.
¿Qué hace su negocio para adaptarse a estas tendencias?
Por lo pronto contratar servicio de empresa que permita pago con tarjeta.
Bajamos en dirección al plano de la Ciudad Puerto con la sensación de haber conocido a un empresario que ha sabido conjugar la calidad panadera, con la profesional atención a grandes clientes corporativos y la Responsabilidad Social con los habitantes de Cerro Los Placeres.
Fuentes :
RedBakery