La cultura alimenticia en el mundo está cambiando radicalmente. Gracias a la globalización, la gente se da cuenta que puede adquirir productos que se acercan más a los que desean, lo que le ha dado una gran fuerza a los que es la industria alimentaria orgánica.
En este asunto, destaca con mucha fuerza lo que es el trigo orgánico, producto que ha sido muy demandado en el último tiempo. Debido a la gran cantidad de beneficios que tiene, ya no es pedido solamente por un nicho específico de clientes, sino que es cada vez mayor su presencia en los principales supermercados y tiendas de Norteamérica y Europa.
Por ejemplo, el gobierno alemán invertirá 20 millones de euros para apoyar y fortalecer la agricultura orgánica. El objetivo es que el 20% del total de tierras cultivables tengan estas características. En tanto, los ucranianos destacan por su gran exportación del orgánico, lo que les permitió enviar unas 70 mil toneladas en la temporada de comercialización 2015-2016.
En Sudamérica también ha tomado fuerza. Por ejemplo en Argentina, entre diciembre del 2016 y enero del 2017, más de 3.212 toneladas fueron exportadas. Brasil, Ecuador y Estados Unidos fueron sus compradores más potentes.
En Estados Unidos llevan bastante tiempo incursionando en lo del trigo orgánico. Muchos granjeros se han dado cuenta que es el mercado del futuro, por lo que están avanzando en el desafío que esto conlleva. Productores del noreste estadounidense aseguran que no solamente es importante trabajar con grandes cadenas de panaderías, ya que se les ha hecho más fácil llegar a las más pequeñas por la alta demanda que tienen, interés que aseguran que sigue creciendo. Por ejemplo, estiman que para el 2024 en Nueva York el 90% de este producto será ocupado para sus ingredientes.
Ahora bien, vale preguntarse por qué es tan apetecido por los clientes y está en franco crecimiento. Estudios mexicanos han revelado que uno de sus granos de trigo entrega un 13.5% más de proteínas que el grano tradicional, las que contienen elementos para la construcción y reparación de tejidos del cuerpo.
Además, las fibras que se encuentran aquí sirven para controlar el colesterol, ayudar al tránsito intestinal, absorber los azúcares de manera más equilibrada y dar una sensación de saciedad que puede aportar mucho para una dieta de control de peso.
Todo esto, sumado a que se cuida de buena forma el ecosistema, son motivos más que suficientes para entender por qué ha ido acaparando las preferencias de los consumidores, abriéndose paso de manera tan rápida que todo apunta a que en el mediano plazo acaparará gran parte del mercado.
Fuentes :
www.fdbusiness.com www.w.lancasterfarming.com www.economia.terra.com.ar www.noticiasdelaciencia.com