Es verdaderamente una batalla contra las horas, la humedad, la temperatura y contra varios otros factores. Se trata de hacer que nuestro exquisito pan dure más tiempo y así disfrutarlo con sus condiciones iniciales de elaboración.
El Diario de Gastronomía de España señala que; «El pan es el cuarto alimento que más desechan los españoles y representa un 6,5% de los desperdicios de alimentos sin elaborar. La mala conservación fue uno de los principales factores para que el pasado año se desperdiciaran 1.229 millones de kilos/litros de alimentos y bebidas en España”.
De acuerdo a este estudio el pan es el cuarto alimento más descartado por los españoles en el grupo de los alimentos sin elaborar, significando un 6,5% de la comida que finalmente va a la basura. Esto hace que se sitúe justo detrás de las frutas (32,7%), las verduras y hortalizas (14,1%) y los lácteos (13,1%). Es realmente un tema que puede aminorarse siguiendo una correcta conservación.
Consejos para que nuestro Pan se conserve en buenas condiciones
El Diario hispano ABC aconseja que; “Es hora de recuperar la bolsa de tela de toda la vida que veíamos en casa de nuestras abuelas. Es el mejor sitio donde meter lo que nos ha sobrado de pan junto con las bolsas de papel y las cajas de madera o las tradicionales paneras, ya que estos materiales le permiten respirar y conservar su humedad en su interior, en vez de que ésta pase de la miga a la corteza. Las bolsas de plástico tan extendidas hoy en día favorecen la aparición de moho y lo reblandece en exceso”.
Por ejemplo, si compramos hogazas completas de pan es aconsejable rebanar en el centro en lugar de comenzar en uno de los extremos. Luego, unir ambos lados cortados juntos después de quitar las rebanadas que consumirás y guardarlos así. El plan es siempre darle menos áreas expuestas de pan rebanado al aire y así mantener un poco más de tiempo sus características esenciales.
En las zonas costeras, y si la pieza de pan no se come en las primeras horas, es común recalentar el pan para recuperar la esponjosidad de la miga. Este procedimiento estimulará que el pan se endurezca más rápido tras este recalentamiento.
Los productos horneados están en su mejor momento en cuanto salen del horno. Tan pronto como tu pan comienza a enfriarse, su calidad disminuye. Si planeas hornear pan casero, asegúrate de medirlo para poder disfrutarlo tan pronto como salga del horno. Pero incluso si proviene de la tienda de comestibles o de su panadería local, puedes extender su vida útil con un poco de ciencia y algunos conocimientos de almacenamiento.
Recordemos que esencialmente existen dos culpables principales del pan duro. El primero es un cambio químico con un nombre particularmente elegante: retrogradación del almidón. Tan pronto como se retira el pan del horno, la estructura de las moléculas de almidón cambia y comienzan a cristalizar. Esta cristalización empuja las moléculas de agua a salir del pan y el resultado es que este comienza a añejarse.
El segundo contribuyente es una pérdida de humedad debido a la exposición al aire. Sugerencia: una vez que esté frío, hay que envolverlo.
Almacenar pan en el refrigerador lo conserva, pero a un precio: La retrogradación del almidón ocurre más rápidamente a la temperatura del refrigerador. Aún así, hay un beneficio de refrigerar un pan: retrasa el desarrollo del moho. ¿Y ponerlo directamente en el congelador?; Las temperaturas heladas de tu congelador detienen la retrogradación del almidón, manteniendo el pan en una fase estable. Para obtener el máximo provecho de tu pan, congélalo lo antes posible después de comprarlo u hornearlo y enfriarlo, y consumirlo igualmente después de descongelarlo. El pan debe estar bien envuelto en plástico, y también es una buena idea cortarlo en porciones antes de congelarlo.
Diferentes estilos de pan requieren estilos de almacenamiento únicos: La temperatura ambiente es ideal para mantener una textura adecuada de miga y corteza. Pero además de la temperatura adecuada, también se necesita administrar la exposición al aire de tu pan, que se realiza con un envoltorio adecuado. La bolsa de plástico a menudo es criticada por atrapar la humedad, lo que puede acelerar el desarrollo del moho, pero esto realmente depende del tipo de pan. Para los panes comunes comprados en la tienda con costras tiernas, las bolsas de plástico están bien. Los panes con costra dura deberían guardarse en bolsas de papel (o, cómo se empacan en la panadería). A medida que se seca la hogaza, la humedad que sale del pan es absorbida por las duras cortezas, volviéndolas duras y gomosas.
¡Un pan parcialmente añejo se puede actualizar! Esto se puede lograr calentándolo en el horno durante unos minutos. Esto ayudará a extraer la humedad de su costra y mejorar su calidad. El pan debe consumirse inmediatamente después.
Fuentes :
www.diariodegastronomia.com www.food-hacks.wonderhowto.com www.abc.es www.chatelaine.com