Fueron los primeros en llevar a las cortes europeas el cacao, los primeros en comercializar este, que es hoy, un importante commodity. Hoy los españoles buscan recuperar el tiempo perdido.
En Las Meninas de Velázquez se puede ver cómo una de las sirvientas ofrece a la infanta Margarita de Austria una pequeña taza roja. No se sabe con exactitud lo que llevaba dentro, pero dicen los historiadores que era chocolate. Esta revisión histórica de la relación de los hispanos con el chocolate es una tendencia potente en aquél país, que recuerda la oportunidad que dejaron pasar.
Dentro de estos nuevos esfuerzos por tomar la agenda chocolatera mundial. La alcaldesa de la capital de España, Madrid, Manuela Carmena, inauguró el viernes 14 de septiembre en el Ayuntamiento de la ciudad y ante una gran asistencia el 1° Salón Internacional del Chocolate, un evento que ha calificado como necesario y que espera que no quede en una iniciativa aislada.
«España trajo el chocolate a Europa y es requisito reivindicar la tradición chocolatera española y madrileña y la conexión íntima e imposible de disolver que mantienen, cacao mediante, el Viejo Continente y las regiones tropicales donde se cultiva esta planta», ha recordado la regidora en la ceremonia inaugural.
Diario La Vanguardia ha señalado; «La alcaldesa ha expresado su confianza en que este salón, en el futuro, a que todo lo que tenga que ver con el cacao tenga cabida en Madrid. Y ha defendido que el Ayuntamiento siempre debe decir que sí cuando recibe propuestas que sirvan como aglutinante de todos los madrileños”.
El medio impreso hispano agregó que; “Organizado por la Fundación Villa y Corte del Chocolate, este evento cuenta con la presencia tanto de marcas de prestigio nacionales e internacionales como de comercios de menor envergadura. Para estas, el salón no sólo representa una ocasión para darse a conocer al público, sino también una oportunidad para entablar contacto con clientes al por mayor, como ha explicado a Efe Ardiel Galván, un suizo afincado en Madrid que regenta la chocolatería Flordkkao en el barrio de Salamanca”.
Francisco González, presidente de la fábrica de chocolates La Colonial de Eureka, expresó durante la ceremonia original lo que es el punto central del esfuerzo del país por reposicionarse en este mercado; «Por desgracia, en el siglo XX España perdió por completo el pulso chocolatero. Después de la gran pujanza del siglo XIX las empresas empiezan a desaparecer, no consiguen superar el problema de la tercera generación ni ser competitivas a nivel europeo. Perdemos el tren de la modernización y Madrid pierde el puesto que le corresponde”.
Solo el tiempo dirá si estos primeros esfuerzos son sostenidos y finalmente dan frutos.
Fuentes :
www.directoalpaladar.com www.lavanguardia.com