Emplazado en uno de los barrios más antiguos del país, esta panadería, que con apenas 5 meses de actividad, ya ha creado excelente bakery, cultura y buen sentido de vecinazgo en un sector de Santiago que se reactiva.
Encontramos a Le Quartier en Calle Huérfanos, a escasas cuadras de la Plaza Yungay. Y este destacado emprendimiento se subraya en sus creaciones; panes elaborados con un mix de harinas y su Masa Madre. En menos de 30 días de funcionamiento ya tenían una fiel clientela. Rápidamente se convirtió en un suceso y comentario obligado del barrio.
Quien nos da la entrevista es uno de los socios, el Ingeniero Comercial Álvaro Anich, quien junto al Maestro Panadero Carlos Monasterio, ambos de 29 años, son el alma de esta panadería.
¿Cómo se inicia todo?
Antes de comenzar este emprendimiento Carlos hacía pan en su casa y lo repartía en bicicleta, como el típico emprendedor de Instagram. Yo era uno más de sus clientes.
Por mi parte yo estaba en el clásico trabajo de oficina de un ingeniero comercial, pero siempre quise tener algo propio e independizarme. Hasta que un día le escribo a Carlos para pedirle pan. Conversamos un poco, le pregunté si estaba con ganas de abrir una panadería. Efectivamente tenía la inquietud de tener un local. Le conté que era Ingeniero Comercial y a los dos días de esa conversación nos juntamos en Plaza Brasil y a la semana siguienteya estábamos conformando Le Quartier ante notario.
Fue un piscinazo total, porque la verdad es que no nos conocíamos. Fue una apuesta. Decidimos partir con una panadería que tuviera para los clientes un espacio cercano, acogedor.
“La fermentación del vino, de la cerveza, del té (Kambucha) o del pan son procesos hermanos, en el que solo cambia la base. El proceso es muy similar”. Álvaro Anich, Socio de Le Quartier Bakery.
Cocina a la vista del cliente. ¿Por qué?
Nos gusta que la gente vea lo que está pasando. Hoy se da mucho esta tendencia del pan congelado que se trae de otro lado y que en las panaderías se terminan de hornear. Nuestro primer objetivo era instalar un ventanal de corredera para dos usos; por un tema práctico de poder entrar y sacar máquinas, pero principalmente para que la gente pudiera ver la actividad alrededor del horno, y desde allí sale todo lo que se hace acá.
Hablemos del Corazón de Le Quartier…
Con la Masa Madre, todas las noches me toca hacer la «premezcla» por así decirlo. Alimento la Masa Madre para que a la mañana del día siguiente podamos hacer el pan. A Carlos le gusta hacer una mezcla de harinas integrales, entonces no tiene tanta burbuja, pero aumenta su sabor. Esa es una de las búsquedas principales de Le Quartier; que el pan tenga sabor. Así el pan desde la base se puede comer solo y es rico.
¿Un resumen de estos primeros meses de actividad?
Esta primera etapa de Le Quartier ha sido de aprendizaje. Cuando partimos ofrecíamos panes de un kilo y resulta que en este barrio, la gente que vive acá no son familiones grandes, entonces debimos adaptar los panes a formatos más prácticos, empezar a escuchar lo que la gente nos pedía, por ejemplo los clientes desde el día uno nos comenzaron a pedir masas dulces y así nacieron los Cinnamon Rolls o los brownies y galletones. Esto nos estimuló a pensar en activar nuestra área dulce. Entonces una prima mía, que es pastelera bien talentosa, se sumó recientemente a nuestro equipo.
Comenzamos a incorporar los tés. Se ofrece café, cosas para tomar y de a poco hemos ido ampliando la variedad de productos y le hemos dado una vuelta al tema del negocio buscando ofrecer productos complementarios, por ejemplo; La familia de Carlos tiene un fundo en Curacaví y allá vamos a buscar tomates y frutas para hacer mermelada acá. También nos conseguimos un proveedor de huevos de gallina libre para cocinar acá y para vender directamente y la verdad es que ha tenido muy buena acogida.
¿En qué está ahora Le Quartier Bakery?
Tenemos Baguettes, Ciabattas, Pan de Centeno, Pan de Aceituna, el Pan del Día que siempre estamos cambiando, y es como una «Recomendación del Baker». A Carlos le gusta experimentar con los panes, se aburriría si hiciera todos los días lo mismo, así que ese es su espacio de experimentar un poco con el tema de las harinas.
Carlos es un Panadero más bien Purista, que la verdad no le gusta mucho agregar sabores externos al pan. Prefiere que las mezclas creativas de harinas, la fermentación, el estilo de amasado le den felicidad a los paladares, no trayendo algo externo a la fórmula.
Tenemos un pequeño Emporio con Salsa de Tomates, Mermeladas de Fruta Orgánica, Huevos de Campo y más adelante queremos tener una línea de Charcutería, porque es también un atractivo complemento con nuestro pan.
Queremos potenciar nuestras pizzas también, nos quedan espectaculares. La base es de Masa Madre y la gente nos felicita mucho. Queda con muy buen sabor, crujientita… Comenzamos con la clásica Pizza Margarita con Albahaca. Ya tenemos una con Rúcula, otra con Jamón Serrano, con Tomate Cherry, y la clásica de Pepperoni. También queremos tener almuerzos. A Carlos le encanta hacer pastas así que lo ideal es probar a ver cómo nos va en eso.
La idea es ir pivoteando la fórmula. Sumando pastelería, mejorar todo el concepto de emporio que estamos activando, aumentar la variedad de panes, pizzas, ver el tema del desayuno y almuerzo… los fines de semana ofrecer Brunch, por ejemplo.
¿Por qué en el Barrio Yungay?
Elegimos esta ubicación porque nos fijamos que no había mucha oferta y si te fijas el tema del pan con Masa Madre está muy focalizado en la Zona Oriente de la ciudad. Mucha gente que vive aquí lo más cerca era ir al Barrio Lastarria a buscar su pan, ahora no es necesario que se desplacen tanto.
También nos quedamos acá porque nos encantó la casa. Es un barrio patrimonial donde hay casas espectaculares, pero que tiene muy bajo perfil, que se resiste «a ser moda» por así decirlo.
«Es el barrio más antiguo de todo Santiago, de hecho ahora en Abril se están celebrando los 180 años desde su creación, y como regalo hicimos una clase práctica de pan, abierta y gratuita. Tuvimos muy buena acogida con los vecinos.. Se hace aquí vida de barrio, la gente quiere que así se mantenga. Por ejemplo los vasos que ves allí los trajo una vecina, o la exposición de fotos en los muros son de una arquitecta francesa que vive a dos cuadras. Acá todos se ayudan y se colaboran». Carlos Monasterio, Socio de Le Quartier.
Carlos es autodidacta, pero su talento se reconoció en el Festival Ombligo Parao, en el Festival de Cocina Ñam, y por supuesto legitima su expertiz en la probada calidad de los panes de Le Quartier y en las preferencias constantes de sus clientes.
Los buenos vecinos…
«Yerko, un vecino dueño de unos dálmatas acá cerca organizó una rifa y fue así como nos conoció gente del Diario La Tercera y llegaron a hacernos una entrevista», nos comenta Álvaro Anich, Socio de Le Quartier.
Y es que es todo muy colaborativo; Helen una vecina fotógrafa les sacó unas lindas fotos. O Jazmín, una emprendedora de plantas, observó que no tenían nada verde natural y les ofrecieron para decorar Le Quartier a cambio de publicidad y algunas fotos.
Hay un lindo proyecto de instalar a la entrada del barrio un plano de la nueva Ruta Gastronómica del Barrio Yungay, porque la verdad es que queda mucho espacio aún por integrarnos entre locales y poder ofrecer más información.
“Somos de esencia una panadería de barrio y queríamos reflejar eso en el nombre. Le Quartier es ‘El Barrio‘ en francés y como el barrio tiene una potente influencia francesa nos pareció lo más adecuado”, recalca Álvaro.
Panadería + Emporio + Restaurant: ¡Le Quartier! Los encuentras en Instagram en: @lequartier.
Atienden de lunes a sábado entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche… y si llegas temprano, podrás ver en acción a Carlos Monasterio.
*Harina diseñada específicamente para la elaboración de cualquier tipo de prefermento: levain, poolish, esponja masa, etc.
https://www.facebook.com/lequartiercl/