Los nuevos estilos de vida de los consumidores y las demandas de alimentos más saludables han influido en los postres, pero quizás no en la forma en que muchas personas lo habían imaginado.
En estos días, todos somos más cuidadosos con la cantidad total de calorías que ingerimos. Y a medida que reducimos la cantidad, comenzamos a pensar más en la calidad. En los últimos años ha habido una gran reducción en el azúcar utilizado en los postres y helados. Esto los ha hecho más potentes y de alto rendimiento, para ser disfrutados al final de un almuerzo o cena.
Otra cosa que ha cambiado es la forma en que se tratan los ingredientes. Deben ser saludables, trazables y procesados lo menos posible. Las técnicas para preparar un postre han cambiado en los últimos años. Hemos pasado de batir en una batidora planetaria y cocinar en una estufa a técnicas más evolucionadas, como la infusión o el uso de especias. Todas estas diferentes modalidades han actualizado los postres y los han hecho más atractivos y elegantes. Y los vínculos con las áreas locales han llevado a los chefs de repostería a estudiar las combinaciones ideales en el plato. Todo esto es parte de un concepto particular: que los pasteles y el gelato son una categoría de alimentos, una ciencia de los alimentos, por lo que el punto de partida debería ser una tabla nutricional.
La forma en que se procesan los ingredientes también es importante. Hoy existe una creciente demanda de productos inusuales o de nicho, como el gelato gastronómico con ciertas combinaciones a veces extrañas o ingredientes de temporada. que no están alrededor por mucho tiempo Una nueva máquina de concepto permite regular la cadena de frío y la velocidad, lo que da un mejor resultado y saca lo mejor de los ingredientes.
Y, como suele suceder, los productos saludables van de la mano con la compatibilidad ecológica. En la cocina, preparar las mezclas de antemano con la ayuda de una máquina que puede mezclar pequeñas cantidades de gelato hace posible ofrecer una variedad de productos al mismo tiempo que se logra la sostenibilidad económica y ambiental.
El huevo es uno de los ingredientes más importantes en la cocina, especialmente en la pastelería. Es tan versátil que se utiliza en diversas preparaciones, bien sea entero o separando la clara y la yema. Merengues, bizcochos, tortas, galletas, cremas, helados y postres no existirían sin el huevo.
El Portal AviCultura, entrevistó a Patricio Kurte, Gerente General de la Asociación de Productores de Huevos (ChileHuevos), conversación de la cual deseamos subrayar algunos párrafos.
El 2017 en Chile, se produjo un volumen total de 3.842 millones de huevos. Lo cual representa un incremento de 3,8% sobre el año 2016, cuando la producción de huevos fue de 3.687 millones de unidades.
Los excelentes resultados se atribuyen al aumento sostenido en el consumo per cápita local. A la preferencia del consumidor chileno por ser un producto natural con excelentes atributos culinarios y para la salud de las personas en las distintas etapas de la vida.
Los consumidores están cada vez más preocupados de hacer cambios a su dieta como, por ejemplo, reducir la ingesta de grasas o carbohidratos y reemplazarlos por proteínas. En los estudios que se han realizado, el huevo aparece muy bien evaluado ya que la mayoría de las personas piensa que es rico un alimento nutritivo y, además, asequible en precio. Ahí, creo, están las razones que explican el mayor consumo.
Desde hace varios años Chilehuevos desarrolla, gracias al apoyo de sus asociados, una campaña genérica de promoción del consumo de huevo. Esta ha contemplado en los últimos años publicidad en televisión, radio y medios digitales. Además, se participa activamente en congresos médicos, comunicando los beneficios a la salud asociados al consumo de huevo.
Fuentes :
www.host.fieramilano.it www.emol.com www.avicultura.info