Fue en el lejano 2014 cuando la cadena internacional CNN en Español hacía una nota acerca de la llegada formal de los Waffles al mercado local.
Entre ese año y hoy el crecimiento ha sido lento y quizá se ha posicionado bien desde el inicio en variados locales de Santiago y regiones que han agregado a los Waffles a su oferta de Brunch de fin de semana.
Los Waffles han existido por mucho tiempo. Los historiadores culinarios creen que se remontan a la antigua Grecia, donde los chefs de aquella época asaban pasteles planos entre placas de metal unidas a largos mangos de madera.
Los griegos llamaron a estos pasteles Obelios. Luego la Iglesia Católica hizo obleas sin levadura similares llamadas Oublies con harina de grano y agua en la Europa medieval. Finalmente los modernos Waffles o Gofres son originarios de Bélgica.
Pero retornemos al presente. En este artículo queremos destacar a dos exponentes de los Waffles en Santiago, Viña del Mar y Antofagasta; Paffle’s y Buffalo Waffles.
Ambos han dejado un poco de lado la clásica presentación de los Waffles planos que se sirven en un plato con el clásico Jarabe de Arce que tanto gusta en norteamérica y han optado por formatos más cercanos a la comida más transportable.
Acerca de Paffle’s, en abril pasado, el suplemento Finde de La Tercera contaba que; «Paffle’s abrió en Manuel Montt con una propuesta novedosas: ahí los waffles, esas crocantes masas rellenas, vienen en forma de paletas, con un palito para sostener la preparación y comer más fácil». De ellos destacamos probar el Waffle Premium Pollo Teriyaki, en trocitos con Salsa Teriyaki, masa de Harina de Trigo, Huevo, Leche, Azúcar y Sal y para los “dulceros” el Waffle Paleta Chocolate con Topping.
A ellos los encuentras, por ahora, solamente en Av. Manuel Montt N°780, Providencia.
Buffalo Waffles es una cadena con presencia en varios sectores de la Región Metropolitana sonde podrás encontrar variedades dulces tales como Cheddar, Pastrami, Old Turkey o Vegetariano y las exitosas versiones dulces de ChesseCake, Cookie o Choco Lady, un Waffle en forma de cono con una bola de Helado de Frutilla, Toblerone, Salsa de Manjar y Crema Chantilly. También los encuentras en la Ciudad Jardín en 4 Poniente N°546 y en Angamos N°035, Antofagasta.
Fue en el lejano 2014 cuando la cadena internacional CNN en Español hacía una nota acerca de la llegada formal de los Waffles al mercado local.
Entre ese año y hoy el crecimiento ha sido lento y quizá se ha posicionado bien desde el inicio en variados locales de Santiago y regiones que han agregado a los Waffles a su oferta de Brunch de fin de semana.
Los Waffles han existido por mucho tiempo. Los historiadores culinarios creen que se remontan a la antigua Grecia, donde los chefs de aquella época asaban pasteles planos entre placas de metal unidas a largos mangos de madera.
Los griegos llamaron a estos pasteles Obelios. Luego la Iglesia Católica hizo obleas sin levadura similares llamadas Oublies con harina de grano y agua en la Europa medieval. Finalmente los modernos Waffles o Gofres son originarios de Bélgica.
Pero retornemos al presente. En este artículo queremos destacar a dos exponentes de los Waffles en Santiago, Viña del Mar y Antofagasta; Paffle’s y Buffalo Waffles.
Ambos han dejado un poco de lado la clásica presentación de los Waffles planos que se sirven en un plato con el clásico Jarabe de Arce que tanto gusta en norteamérica y han optado por formatos más cercanos a la comida más transportable.
Acerca de Paffle’s, en abril pasado, el suplemento Finde de La Tercera contaba que; «Paffle’s abrió en Manuel Montt con una propuesta novedosas: ahí los waffles, esas crocantes masas rellenas, vienen en forma de paletas, con un palito para sostener la preparación y comer más fácil». De ellos destacamos probar el Waffle Premium Pollo Teriyaki, en trocitos con Salsa Teriyaki, masa de Harina de Trigo, Huevo, Leche, Azúcar y Sal y para los “dulceros” el Waffle Paleta Chocolate con Topping.
A ellos los encuentras, por ahora, solamente en Av. Manuel Montt N°780, Providencia.
Buffalo Waffles es una cadena con presencia en varios sectores de la Región Metropolitana sonde podrás encontrar variedades dulces tales como Cheddar, Pastrami, Old Turkey o Vegetariano y las exitosas versiones dulces de ChesseCake, Cookie o Choco Lady, un Waffle en forma de cono con una bola de Helado de Frutilla, Toblerone, Salsa de Manjar y Crema Chantilly. También los encuentras en la Ciudad Jardín en 4 Poniente N°546 y en Angamos N°035, Antofagasta.
Algunas de las razones por las que la impresión 3D de alimentos no ha despegado tan rápido como la impresión 3D de filamentos de polímeros son el costo de la impresora y las propiedades del material de los medios de impresión, es decir, los alimentos.
Pero que esta tendencia será una realidad es algo que no está en discusión. El chef Hervé Malivert del Centro Culinario Internacional en Nueva York señaló que; “En la cocina todavía cocinamos como hombres de las cavernas, cocinamos a fuego abierto, utilizamos herramientas muy primitivas. Pero lo que sucederá cuando esta tecnología ingrese a la cocina, creo que será una revolución y, cuando hablo con la gente, a menudo encuentro que las reacciones de las personas a menudo dependen de su generación”.
«Algunas personas pensarán OK, es una muy mala idea, quiero hacer todo manualmente, a la antigua usanza». Pero entonces tienes generaciones más jóvenes para las cuales parece muy natural que cocines con software”, opinó Hod Lipson, profesor de ingeniería robótica, Universidad de Colombia.
La mayoría de las impresoras 3D de alimentos para consumidores todavía están en el extremo superior del rango de precios. Sin embargo, hay impresoras 3D de panqueques que colocan una capa de masa en patrones personalizados que están dentro de algunos presupuestos familiares.
En 2016, se abrió el primer restaurante con menú completamente impreso con el nombre de Food INK en Londres. Se utilizan impresoras 3D, que producen alimentos capa por capa, tales como; pastas, chocolates o postres.
Con la impresión 3D de modelado por deposición fundida convencional, el material de filamento de polímero ingresa al mecanismo extrusor de la impresora como un sólido y se transforma en un semi-líquido antes de depositarse en el patrón predeterminado donde se solidifica rápidamente. La capacidad de los polímeros para fundirse fácilmente y volverse a solidificar los hace perfectos para la impresión 3D de deposición fundida de consumo.
La comida, por otro lado, no es tan fácil de imprimir en intrincadas formas tridimensionales. Como sabemos, la mayoría de los alimentos no pueden derretirse y resolidificarse fácilmente, por lo que deben estar en forma semilíquida antes de introducirse en el mecanismo de la impresora.
El otro problema es que la mayoría de los alimentos impresos tienen que cocinarse antes de poder comerlos. No puede simplemente sacar el objeto de comida impreso de la superficie de impresión y meterlo en su boca. Debe retirar el objeto impreso (o toda la superficie de impresión) y colocarlo en el horno o de alguna manera cocinar el artículo impreso dentro de la cámara de construcción.
Diseño, Comida y Tecnología que ya está siendo exitosamente probada.
Foodini es un aparato de cocina de impresión de alimentos en 3D que permite personalizar los alimentos, comer de manera más saludable, mejorar la eficiencia de la cocina y reducir el desperdicio de alimentos. Es posible imprimir usando ingredientes reales, naturales y frescos, pero al mismo tiempo lograr personalizar los alimentos, la nutrición y la presentación, imprimiendo la cantidad que necesita y nada más.
Un equipo de diseñadores e ingenieros han creado un sistema higiénico, seguro para los alimentos y muy fácil de configurar, operar y mantener. Son la receta perfecta de Diseño, Alimentación y Tecnología. Actualmente se encuentran en Milán (Italia), Beijing (China) y Nueva York (USA).
Fuentes :
www.futuristspeaker.com www.euronews.com www.naturalmachines.com