Ley de Etiquetado: Lo que Falta por Lograr

Pese a las políticas que se han aplicado para reducir el consumo de alimentos de alto contenido calórico, no se consigue aplacar la epidemia nutricional.

El portal El Dínamo nos alerta; «Una mala noticia trajo un último informe sobre obesidad y sobrepeso de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). El estudio muestran que el 74% de la población adulta en Chile sufre obesidad y sobrepeso, y lo sitúa como el país de la OCDE con más alta tasa de obesidad y sobrepeso, por encima de México (72,5%) y Estados Unidos (71%)».

Revista Qué Pasa destaca que; «Uno de los objetivos de la Ley de Etiquetado es entregar información clara y comprensible para que los consumidores al ver los sellos “Altos en” en los distintos productos envasados pudieran entender fácilmente que éstos superan los límites de azúcar, sodio o calorías establecidos por el Ministerio de Salud y que por lo tanto. Esta sería una forma de reducir el consumo de estos productos que afectan la salud de la población y que están detrás del aumento de enfermedades como la obesidad, la hipertensión y la diabetes. Sin embargo, un estudio realizado en 2017 y publicado en septiembre pasado en la revista Nutrition, revela que en la práctica, son muy pocas las personas que están dispuestas a cambiar su conducta y dejar de consumir esos productos envasados que tienen sellos».

Y un reciente estudio de la Universidad de San Sebastián es aún más concluyente; “Esperábamos que la población estuviera en un nivel de cambio más elevado”, dice la nutricionista Jessica Moya, académica de la USS y que lideró este estudio. “Pero nos encontramos con que la gente no está todavía dispuesta a cambiar su conducta aunque sabe los efectos del consumo de estos alimentos. Nosotros esperábamos que la mayoría estuviera en la etapa de preparación para el cambio, es decir, que en un mes hicieran el cambio de conducta”.

En la encuesta solamente cuando se consulta por las bebidas o jugos azucarados, se logra el mayor porcentaje de gente dispuesta a hacer el cambio en los siguientes 30 días. Este mismo ítem es el que obtiene un más alta proporción de personas que ya hicieron el cambio de conducta y renunciaron a ingerirlas, o se cambiaron a una sin azúcar, con un 2,5% y un 1,5% que ya llevan más de seis meses con el cambio de conducta.

Esta ley, que ha sido seguida por diversos países del mundo, se creó pensando en que fuese implementada en tres fases, con el fin de que las empresas tuvieran el tiempo necesario para adecuarse a las exigencias de los componentes y de entregar la correcta información en los etiquetados.

La comunidad internacional está atenta a los resultados que se tengan en Chile. El senador Guido Girardi, autor de esta ley, se reunió hace unas semanas en Roma con la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO), concretamente con su Director General José Graziano, quien le indicó que la normativa chilena “Sería tomada como modelo mundial para promover una alimentación saludable. Una válida alternativa para generar políticas públicas que prevengan las enfermedades -infartos, accidente vasculares, cánceres, hipertensión y diabetes- asociadas a la verdadera pandemia que enfrenta la humanidad como es la obesidad”.

“Es el intento más ambicioso de cambiar la cultura alimentaria de un país”, según el periódico norteamericano The New York Times. Sin embargo la metodología de la ley ha generado algunas dudas, puesto que algunos expertos señalan que no mide realmente lo saludable que es lo que estamos comiendo, que los límites se debieran fijar por porciones y no por 100 grs., o que se debieran activarse más campañas de educación nutricional, entre otras interrogantes.


Fuentes :
www.latercera.com www.redbakery.cl/comenzo-segunda-fase-de-la-ley-de-etiquetado-en-chile www.eldinamo.cl www.radio.uchile.cl