Pastelería El Castillo de las Tortas: Entregando Sabor Casero

Valoran su trabajo, su innovación y el espíritu de superación que ha hecho de esta pastelería un referente regional. Desde Talcahuano, entregando buen servicio y calidad.

Un ejemplo de trabajo, esfuerzo y talento. Es Carmen Luz Toledo, quien desde Talcahuano se ha ganado un espacio en la pastelería y repostería local entregando a sus clientes productos con proceso sin premezclas y sólo utilizando bizcocho artesanal.

¿Cómo definirías a Carmen Luz Toledo en pocas palabras?

Me defino como una mujer emprendedora, pero que no compite con nadie, compito conmigo misma. No me importa estar al lado de dos o tres pastelerías… sé que tengo que ser la mejor o quizá ser la diferent. La que vende productos diferente.

Cumplo objetivos. Cuando llego a lograr uno, busco otro más. Intento crecer siempre, tratando ser más innovadora, porque al quedarme en un lugar por mucho tiempo me comienzo a aburrir.

Sé que me tiene que ir bien, porque no puedo fallarle a nadie, ni a mi familia ni a mis trabajadores.

¿Nos relatas el inicio de Pastelería El Castillo de las Tortas?

Bueno, yo comencé trabajando en mi casa con un computador y un teléfono, por eso me manejo mucho en ese ámbito, como ahora lo hago en la pastelería. Ofrezco un producto que es casero y es lo que la gente justamente busca hoy. Hay muchas panaderías y pastelerías por todos lados y hacen todos lo mismo. Tienen los mismos proveedores que yo, pero yo trabajo de otra forma.

Yo acostaba a mis hijos a las nueve de la noche y a partir de esa hora comenzaba a trabajar en el tema pastelero. Llegaba mucha gente el fin de semana y siempre me preguntaban cuándo iba a poner una pastelería. Yo les respondía; «Cuándo Dios quiera» porque cuando uno quiere las cosas como que no le resulta. Dios me va a dar la oportunidad en algún momento de la vida. En la casa ya trabajaba con una persona que me ayudaba en la semana a hacer bizcochos y ese tipo de cosas porque igual no me daba el tiempo en lo que era la labor de casa y de ser mamá. El fin de semana me dedicaba a rellenar, a decorar y todo eso.

Después de casi tres años se dio la oportunidad de arrendar frente a mi casa, que eso fue muy bueno. Era un restaurant y a nadie le iba bien en esa ubicación. Era muy bonito y aproveché la oportunidad que el precio de ese restaurant estaba muy bajo. Cuando yo lo quise arrendar todo el mundo me decía, «no lo arriendes, ese local es mufa» Yo no creo en esas cosas, no creo en la suerte, la suerte se la hace uno mismo, el local lo hace uno. Me decidí a arrendar y le dije al dueño; «Si en tres meses no me va bien, me vuelvo a mi casa y te regreso el local» y resulta que a los tres mesas ya tenía dos personas más trabajando en la pastelería. A los seis meses ya contaba con seis personas laborando conmigo… me fuí como avión.

Fui una pionera aquí en Talcahuano en traer la Foto Torta porque antes de eso yo hacía dibujos en las tortas, dibujos a mano alzada que en realidad me quedaban espectaculares, así que fue una atracción. Cerca de mi local había un Jardín Infantil entonces yo fui donde la publicista y le dije que yo necesitaba un letrero que tuviera el mismo impacto que hace McDonalds, y que atrae al niño que quiere ir allí a pesar que es comida que se hace igual en todos lados. Entonces hice mi letrero con dibujos de tortas, con colores tipo Disney y así nació mi primer letrero. Desde la ventana del local veía cómo los niños pedían nuestros productos a sus mamás… me ha ido excelente.

A los tres años estaba comprando mi casa para transformarla en una pastelería en una avenida principal ahora, lejos de donde estaba antes y ahí ya pude bajar el nivel de colores de mi letrero, que ahora es un poquito más formal para abarcar, más que niños, a gente adulta y atender cumpleaños, matrimonios. Siento que crecí súper rápido.

¿Por qué no usan premezclas en las tortas que producen?

Mis proveedores son los mismos que usan las grandes pastelerías acá en la región. Yo no uso premezclas porque mi clientela me la hice haciendo tortas con el bizcocho que hace la mamá en casa. Lograr esa torta que la gente no me importa mucho cuánto va a pagar porque es rica, no es seca, que el bizcicho tiene sabor a bizcocho no sabor a esponja, el sabor que encuentras en muchos lados porque las premezclas no tienen en general mucho sabor a no ser que le pongan mucho colorante y ese tipo de cosas… y yo me doy cuenta lo que hace una premezcla porque también compro pasteles en otros lados.

No creas que solo como de lo que hago yo, pero siento que perdería la esencia porque mi clientela busca el sabor casero y las premezclas para mí no son la opción, aunque lleguen junto a la última tecnología siempre entenderé que mis clientes conocen también la diferencia.

¿Es más difícil sacar adelante un proyecto culinario en regiones a tu juicio?

No, no lo veo por ese lado. Yo creo que va en la propuesta que uno haga. Yo por temas personales dejé un tiempo de lado las pastelería pero a mí me piden sucursal. Yo sé que si pongo otro local en Concepción, en San Pedro en donde sea me va a ir bien porque depende del empeño que uno le ponga. Si tu te dices; “no, en esta región no funcionará” no avanzas. Yo estaba dispuesta a poner una pastelería donde fuera, empezar donde fuera.

Siento que no tiene que ver con la región o con un lugar específico. Tiene que ver con lo que uno hace, con el empeño y la pasión que uno le pone a su proyecto, a su negocio, porque también he tenido propuestas de poner una pastelería bien al sur… ganas no me faltan.

¿Qué destacas hoy de Pastelería El Castillo de las Tortas?

Insisto con el mismo concepto; destaco el sabor de las tortas, las propuesta que hacemos en ese aspecto. Yo tengo cuarenta y cinco sabores de tortas aproximadamente. Tuve ayer por ejemplo, la visita de unos ejecutivos que venían de Santiago a preguntarme de qué forma yo utilizo los productos de ellos. Se fueron sorprendidos al conocer la forma que utilizo sus productos sin perder el sabor que me caracteriza, que lo hago así hace diez años y que también lo hacen así mis trabajadoras, lo encontraron espectacular. Por ejemplo el setenta por ciento de mis tortas llevan manjar. Hace un tiempo la gente no elegía tortas con manjar por encontrarlas “demasiado relajantes” y yo les cambié la percepción porque saben que en mis tortas el manjar se trabaja diferente, se destaca.

Ahora, el Castillo de las Tortas se ganó un nombre. Se posicionó. Yo no soy solamente conocida aquí en Talcahuano; somos un apastelería conocida en Concepción, en San Pedro, en Penco, en todos lados. Hay gente que viene de muchos lugares a retirar tortas acá. Yo busqué y me hice un nombre, por ejemplo, haciendo Mega Tortas, que es otro aspecto que siempre destaco del Castillo de las Tortas. He hecho tortas para la Armada de Chile, réplicas de barcos, submarinos que miden un metro de largo por cincuenta de alto y así. Trabajo para el Casino, para universidades. Cuando yo me pregunto, ¿Qué se puede destacar? O ¿Por qué el Casino me buscó? Fue porque alguien que trabaja allí dijo; “Yo sé donde venden tortas ricas”.

Haces tortas impresionantes, ¿Nos cuentas cómo se hizo, por ejemplo, la réplica de Isla Quiriquina?

Primero preguntamos para cuántas personas necesitan una torta. Si por ejemplo es para cien personas, debe ser cuatro tortas de cincuenta y con eso nosotros “jugamos” con el largo, la altura… esa torta específicamente fue hecha en un término plano, que era la torta en si misma, y sacamos un molde gigante de la isla, de su contorno, y la dibujamos sobre la torta que estaba y comenzamos a hacer los montículos. Eso lo volvimos a forrar y a darle la forma final. El resto es solo decoración, pinos, agua, el catamarán que es algo importante que debía ir en la torta.

Tenemos tortas aún más impresionantes, por ejemplo una que regalé para la Armada que fue una réplica de La Esmeralda. Me siento orgullosa de haberla hecho. En ese caso se construyó primero el esqueleto en madera y luego forrarla, poner las velas, los hilos… la montamos al lado de la vitrina, porque si la hacíamos en la cocina luego no la podríamos sacar de allí. La hicimos con las cortinas abiertas y por fuera la gente nos siguió en el proceso, nos miró haciendo la torta… tengo el “paso a paso” de esa torta todavía guardado. Recuerdo que el Comandante en Jefe de la Armada en ese tiempo jamás imaginó la torta que les iba a presentar, tanto así que no quiso trozarla en el cóctel del veintiuno de mayo sino que la dejó ahí para que la miraran, para que secaran fotos con ella y después la mandó para la fiesta de los oficiales que tenían arriba en otro lado. Es algo de lo que me voy a enorgullecer toda la vida.

Más que la plata, me da satisfacción ver la cara de la gente al ver mis creaciones”.

Carmen Luz Toledo, dueña de El Castillo de Las Tortas.

¿Cuál es tu opinión de la pastelería en la región del Bío Bío?

Yo siempre he pensado que hay público para todos. Si uno se quiere destacar por ofrecer al mercado algo distinto tiene que hacer un esfuerzo por hacer algo diferente y así te ganas a un público especial. Si no lo haces así, entras en el mismo círculo en el que están la mayoría de las pastelerías, que son por ejemplo las grandes pastelerías, que venden todo lo mismo, no hay innovación.

¿Hay diferencias entre atender a clientes y a empresas?

La verdad es que no hay ninguna diferencia, ninguna. Las empresas son finalmente personas y varias veces para las empresas que hacemos servicio de coctelería o vendemos tortas corporativas, son también clientes personales de la pastelería. Para nosotros es exactamente lo mismo.

Si por alguna razón una torta quedara mal hecha para un cliente individual, nos afectaría igual que si fuera para un cliente empresa, porque pesos más, pesos menos, te estás jugando el prestigio. Todas las tortas con para una fiesta, y también pensadas para una persona. Si tú atiendes mal a alguien, como están las redes sociales ahora, te publican de inmediato el reclamo. Cuando uno lo atiende te dan las gracias, pero no borran el mal comentario que publicaron en sus muros de Facebook por ejemplo. Entregamos el mismo trato, la misma calidad y el mismo sabor.

Para contactarse con ella y su pastelería, les dejamos sus datos y redes sociales;

Carmen Luz Toledo, Propietaria de Castillo de Las Tortas.

Gómez Carreño 4453 Cruz del Sur, Talcahuano, Región del Bío Bío.

http://www.elcastillodelastortas.cl/index.html

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