Afortunadamente, no se debe partir desde cero, solo ocurría en otros tiempos, en siglos pasados, cuando un evento global dejaba sin posibilidades a quienes eran emprendedores.
Muy a menudo, los empresarios logran realizar promociones y campañas de marketing efectivas para sus panaderías sin la ayuda de agencias de publicidad. Hoy, que en mayor o menor manera, las operaciones de las panaderías, pizzerías o sandwicherías funciona con dificultades, intentemos juntos descubrir el potencial creativo que todos llevamos dentro, ahora que las cuarentenas nos obligan a contar con algo de tiempo libre.
Tomemos de ejemplo a una pequeña panadería de barrio, que por lo general no cuenta con los recursos para poner en marcha campañas de marketing masivo. Al repartirse el mercado potencial en segmentos más pequeños, estas pequeñas panaderías pueden agrupar sus recursos en nichos que las panaderías de mayor tamaño no pueden. Los segmentos de mercado deben ser mensurables y suficientemente grandes como para generar beneficios consistentes y justificar la comercialización de la empresa y otras inversiones.
Los criterios de segmentación demográfica hilan más fino en el mercado, e incluyen la edad, género, situación familiar e ingresos. Los clientes más jóvenes generalmente tienen gustos distintos a los de sus familias. La mezcla de productos y estrategia de precios dependerán entonces de la ubicación y el entorno competitivo. Por ejemplo, una panadería en un barrio acomodado puede decidir ofrecer más pasteles y tartas personalizadas que panes, ya que esto puede suponer márgenes más altos, pero los volúmenes más bajos. En un barrio popular, una panadería puede ofrecer más pan y menos pasteles.
Gracias a operaciones más flexibles, las pequeñas panaderías pueden experimentar con diferentes productos y soluciones de marketing. Al adaptarse a las preferencias siempre cambiantes de los clientes, las panaderías familiares pueden competir con éxito con las grandes cadenas.
Al presentar ofertas especiales y probar diferentes pasteles de moda, hay que asegurarse que los cambios e innovaciones constantes no perjudiquen las operaciones comerciales. Una de las mejores maneras de lograr esto es elegir un sistema de punto de venta de panadería flexible.
Es tiempo de la compra online y del delivery. Y hoy los costos operativos son bastante aceptables. De hecho varias de las Pizzerías, Panaderías y Sandwicherías que hemos entrevistado en las páginas virtuales de RedBakery utilizan plataformas web como Get Justo o usan su propio sistema de toma de pedidos por Instagram o WhatsApp y se asocian a aplicaciones como Rappi o Cornershop.
El éxito de cada panadería está determinado por la calidad de sus productos y su capacidad para ofrecer una amplia variedad de productos. En comparación con las grandes panaderías con procesos de producción más complicados, las mini panaderías son flexibles y se adaptan fácilmente a los cambios de concepto, y pueden experimentar con sus menús, por ejemplo, ofreciendo Pizzas al vacío para congelar o panes prehorneados para ser consumidos cuando el cliente pueda ponerlos en el horno de su casa.
En tiempos de lejanía social obligatoria, los bakerys de todo el planeta están reinventándose.
No se detienen, no se paralizan; buscan nuevos caminos para seguir creciendo, quizá de manera diferente a la proyectada inicialmente.
Fuentes :
www.briandownard.com www.smallbusiness.chron.com www.joinposter.com