Stock de Harina en Tiempos del COVID 19

A pesar del complejo momento para el rubro alimenticio, las pizzerías globales han podido sortear los malos meses que ha traído el Coronavirus y han mostrado cifras azules.

Seguramente no existan seres humanos a quienes no les guste la pizza. Es una de esas comidas que tienen una mixtura de sabores y nutrientes, que hacen que la apetezcamos de manera irreflexiva. No es gula, es ciencia. Estamos programados para tener propensión por los hidratos de carbono y por determinadas texturas como la crujiente. En este reporte, revisaremos los actuales momentos financieros de tres cadenas pizzeras internacionales.

Little Caesars anunció recientemente opciones sin contacto tanto para la entrega como para llevar a cabo a través de la aplicación Little Caesars. Ellos señalan en un comunicado que; “Las pizzas se hornean en hornos de 475 grados para garantizar la seguridad de los alimentos y nunca se tocan después de hornear”.

Little Caesars es el hogar de Pizza Portal, un método de recolección de pedidos en el que los clientes pueden escanear sus teléfonos y recuperar sus pedidos de compartimentos calientes, lo que convierte a la marca en la única cadena que cuenta con una recolección verdaderamente sin contacto en todo el país. La cadena también ha reforzado los procedimientos de limpieza y desinfección, aumentando la frecuencia de limpieza de superficies que se tocan con frecuencia, tales como manijas de puertas, vidrio, encimeras, teléfonos y cajas registradoras.

Diario Las Américas señala que; “En el primer trimestre del año, Domino’s Pizza completó la apertura de 69 establecimientos en términos netos, incluyendo 30 en EEUU y otras 39 tiendas en los mercados internacionales. “En un periodo de cambios sin precedentes en nuestra industria, tengo la satisfacción de informar de que Domino’s se encuentra en una posición financiera muy sólida, tanto a nivel de marca como de franquicia», declaró Ritch Allison, consejero delegado de Domino’s”.

También hay buenas noticias para la cadena Papa John’s, con sede en Jeffersontown, Kentucky, USA.

«La cadena estadounidense de comida rápida Papa John’s registró un beneficio neto atribuido de 8,4 millones de dólares (7,8 millones de euros) en el primer trimestre de 2020, frente a las pérdidas de 1,7 millones de dólares (1,6 millones de euros) del mismo periodo del año anterior, según ha informado este miércoles la empresa. Además de por la mejora de los ingresos y la caída de los gastos, el cambio abultado en el resultado neto se corresponde con el menor impacto negativo de los costes de intereses financieros, que se redujo a la mitad en el primer trimestre del año, hasta 3,9 millones de dólares (3,6 millones de euros). Entre enero y marzo, la facturación de la firma de pizzerías creció un 3,8%, hasta los 408,9 millones de dólares (378,1 millones de euros). Por segmentos de negocio, los ingresos procedentes de los restaurantes en régimen de explotación directa se mantuvieron prácticamente sin cambios, situados en 161,1 millones de dólares (149 millones de euros), al tiempo que los originados por la cadena de suministro fueron de 155,4 millones de dólares (143,7 millones de euros), un 4,4% más», detalla el portal Merca2 de España.

Y es porque, a pesar de la pandemia, la experiencia de decisión, compra y consumo de las pizzas no ha cambiado prácticamente nada en este tiempo; se sigue eligiendo online o por teléfono, se sigue despachando a domicilio y se sigue consumiendo en familia mientras escuchas música o ves tu maratón de series favoritas en casa.

Revisemos las actuales realidades del estrés que las cadenas de producción y distribución están viviendo hoy en Estados Unidos e Inglaterra. ¿Hay alternativas en Chile?

La repentina sobredemanda ha impactado al proceso de distribución de harina. En la cadena de suministro de alimentos industrializados de Estados Unidos, llevar ingredientes a las personas que los desean depende mucho más que la disponibilidad de los alimentos en sí. Los suministros de trigo han seguido siendo abundantes para las marcas de harina, porque se está enviando menos a restaurantes y panaderías industriales.

Pero las marcas compiten entre sí para obtener, por ejemplo el packaging que se está necesitando, así como los camiones y conductores necesarios para moverla por el país. Los sacos de harina son voluminosos, y se les asigna relativamente poco espacio en los estantes de las tiendas y muchas bodegas se encuentran llenas. Y está el asunto de hacer la harina: las fábricas pueden aumentar su producción solo una cantidad y al mismo tiempo adoptar los protocolos de salubridad requeridos para mantener a los empleados seguros.

En Inglaterra, diversos productores de harina han presentado el caso ante el gobierno, y tienen muchas esperanzas que la naturaleza crítica de la industria sea reconocida y abordada de varias maneras para que pueda continuar operando a su total capacidad o cerca de su capacidad a pesar de la ausencia potencial del personal relacionada con la cuarentena. Mientras tanto, la industria ha tomado medidas para proteger a su propio personal adaptando las prácticas de trabajo para minimizar el contacto personal, extender el uso de desinfectantes y equipos de protección personal.

La Asociación Nacional de Molineros Británicos e Irlandeses, ha declarado que; «Nuestra cadena de suministro opera de manera casi puntual con alrededor de 3 a 5 días para el suministro de granos en las fábricas; 1 a 2 días para satisfacer el requerimiento de harina en panaderías; y entregas diarias de pan a supermercados y otros puntos de venta. Creemos que el trabajo de la industria de la molienda es garantizar que las personas obtengan los alimentos que necesitan, y que el papel del gobierno es facilitar esto en circunstancias difíciles. Al trabajar juntos, cotejar y compartir datos clave y agrupar recursos podemos asegurarnos que se aborde el desafío del coronavirus y se alimente a las personas».

¿Y en Chile? Ha comenzado Manos a la Masa, el programa de RedBakery, que, en conjunto con EGC Food Service como distribuidor oficial, entregan servicio de comercialización y distribución de materias primas e insumos para emprendimientos, pequeñas y medianas empresas del bakery en Chile.

En esta primera etapa, participarán de Manos a la Masa variadas empresas de reconocido prestigio local y regional del rubro del bakery en Chile; Molino San Cristóbal, Molino La Estampa, Camilo Ferrón, Watts Industrial, Master Martini, Champion, Daily y Agrocommerce.

Los insumos que se pondrán a disposición del mercado del bakery nacional a través del portal de EGC Food Service son, entre otros; Harina, Materias Grasas, Levadura, Cremas Lácteas, Huevos, Margarina, Mermeladas, Harina Premezclas, Azúcar, Edulcorantes y Brillos.

En un futuro esperamos cubrir toda la Región Metropolitana, pero en este plan piloto estaremos trabajando para Panaderías, Pastelerías, Pizzerías, y Sandwicherías de las comunas de; Santiago, Ñuñoa, Vitacura, Las Condes, Huechuraba, La Florida, Recoleta, Puente Alto, Providencia, Peñalolén, Independencia, La Reina, Colina, Macul, San Joaquín y Conchalí.


Fuentes :
www.theatlantic.com www.panypizza.com www.nabim.org.uk