La globalización de los insumos comestibles continuará, no hay duda, pero también se activará la cadena de producción local. Es lo que la gente pedirá, por seguridad y comodidad.
The World Economy ya indicaba en abril de 2018 lo siguiente; «Si bien la influencia significativa de la proximidad cultural en los flujos comerciales bilaterales se ha documentado ampliamente en la literatura, su posible papel en tiempos de crisis aún no se ha planteado. Basándonos en una estimación de panel de un modelo de gravedad que incorpora parámetros de proximidad cultural, evidenciamos la existencia de un aumento significativo en el impacto de los diferentes componentes de la proximidad cultural durante la recesión económica. La resistencia comercial entre los países que comparten un vínculo cultural no es un efecto de composición pura, ya que también aparece dentro de las categorías de productos. Para comprender este efecto inesperado, discutimos diferentes mecanismos que enfatizan la posible influencia mitigadora de la proximidad cultural en algunos determinantes del colapso comercial, a saber, el choque de incertidumbre, el mayor riesgo moral y la aparición de preferencias etnocéntricas».
Menos globalización entonces y más cercanía cultura con aquello que se consume. El portal español El Economista lo plantea para la realidad de aquél país, que puede aplicarse indistintamente en cualquier mercado del mundo, puesto que lo vivido no la distinguido fronteras; «¿Cómo puede aprovecharse este momento? La clave está precisamente en plantear en el comercio «un modelo menos globalizado», explica Rodolfo Pangua, gerente de Centro Comercial Abierto de Teruel. «El consumidor está sensibilizado y es el momento de invertir en proximidad con campañas de sensibilización», incide José Antonio Pueyo, presidente de ECOS, Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia, quien aclara que estas inversiones también son en calidad de vida de los ciudadanos porque el comercio es más que una actividad económica al ayudar a «cuidar» las ciudades. La relación entre el cliente y el comerciante que ha sido tan decisiva en esta pandemia va a seguir siendo clave en el sector, sobre todo, a nivel de marca. «Siendo pequeño es difícil ser diferente en precio. Sólo queda ser diferente en producto y hay que trabajar el branding, pero ahora es complicado mantener la marca con todas las normas impuestas. Tenemos que acelerar y digitalizar sí o sí».
Y este escenario plantea desafíos para el bakery en su conjunto (Pizzerías, Panaderías, Pastelerías, Sandwicherías, Heladerías y Chocolaterías) puesto que el rubro nació detrás de un mostrador, nació con la cercana interacción con el cliente y esto cambiará, no solo en la conexión persona a persona, sino también está modificando las tendencias de los consumidores que se venían registrando previamente a esta crisis sanitaria global.
Una vez que se establezca la “Nueva Normalidad Post Pandemia” los consumidores serán menos exigentes en aspectos anteriormente muy significativos al momento de adquirir un producto, como lo son el acceso a múltiples variedades de un producto o el grado de frescura del mismo. También el Delivery o el Take Away seguirán sumando, en detrimento del consumo in situ.
Así también la experiencia de compra se modificará. De acuerdo a un reciente estudio desarrollado por la agencia Taste Tomorrow, un 84% de los consumidores valorarán más aquellos factores externos que involucren acciones sanitarias o de seguridad personal, tales como la limpieza o la seguridad de los recintos, que pasarán por delante de valores que antes eran fundamentales.
Los ojos de los clientes están en sus smartphones, buscando aquellos locales cercanos que, cobren poco por despacho, pero que a su vez ofrezcan esos productos de primera necesidad o de indulgencia que requieren.
La digitalización debe ayudar a poner en valor lo que se tiene a disposición, en las comunidades cercanas, debido a que miles de consumidores no conocen los productos ni las tiendas que tienen en el comercio de proximidad ni la localización de las mismas, por lo que tienden a buscar en las aplicaciones o en los ecommerce de las webs de cada marca.