Muchos hemos anhelado que la era post pandemia ofrezca una oportunidad de cambio, para ser más respetuosos con el planeta y los ecosistemas que han sido dañados durante tanto tiempo.
Por ejemplo, los consumidores perciben claramente la dificultad de comenzar de nuevo con «todo como era antes», pero se preguntan qué sentido tiene eso o si hacerlo los haría realmente felices. Ven que muchos aún no hemos entendido la oportunidad que este virus nos ha dado para repensar nuestra existencia, para hacer del mundo un lugar más limpio y acogedor.
A pesar de eso, también ven que el virus nos ha dado algunas herramientas para implementar el cambio, algunas de ellas; el distanciamiento social, el teletrabajo, el fortalecimiento de los canales remotos de compra y distribución y la tendencia a consumir bienes y servicios de productores locales.
Y esto nos ha demostrado lo valioso que es el darnos tiempo para nosotros, para detenernos y disfrutar de lo que nos gusta y de lo que nos hace bien. La agencia de comunicaciones española MacGuffin enfatiza que; «En un mundo en el que vivimos a mil por hora y no tenemos tiempo para alimentarnos, deterioramos nuestra salud, pues lo mal que comemos, sumado a la falta de masticación y de los nutrientes indispensables para nuestro cuerpo, provocan esta nefasta combinación que nos alerta a replantearnos este aspecto de nuestras vidas y eso es lo que busca Slow Food: recuperar las buenas costumbres alimentarias, teniendo en cuenta los nutrientes completos y utilizando ingredientes que aporten lo necesario a nuestro organismo”.
The Gourmet Journal enfatiza la situación; «En la industria alimentaria es bien sabido que la producción de materias primas puede alcanzar niveles industriales que la hacen perder su valor nutricional por la manera en la que lo desarrollan y, además de eso, el producto se vuelve mucho más barato. La forma de hacer lo correcto para ambas partes productor-consumidor sería generar alimentos de mejor calidad, que se ofrezcan al mercado a un precio justo, logrando que el consumidor se sienta seguro de su compra».
“La tendencia Slow Food nos motiva a ser más reflexivos con nuestros hábitos como consumidores, y a prescindir de los conservadores de la comida procesada o de los platillos congelados que se ofrecen listos para calentarse en el microondas”, manifestó Mayra de la Torre Martínez, especialista del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo de España.
No pretendemos en este espacio cerrar puertas a las opciones válidas que nos entrega la comida preparada, que tiene sus obvias ventajas y virtudes, pero en este cambio de vida que la pandemia nos impondrá, la tendencia clara será, luego de meses de indulgencias; un viraje hacia lo más natural, hacia productos que puedan ser trazados y a consumir de modo menos irreflexivo.
Fuentes :
www.thegourmetjournal.com www.clikisalud.net www.macguffin.es
