La pandemia ha tenido un costo económico devastador, y las industrias de restaurantes y hotelería han sido protagonistas principales de esta crisis tras los cierres forzosos de sus comedores.
Los Restaurantes en todo el mundo han tenido que operar a menor capacidad o realizar otras modificaciones de seguridad, lo que se suma a los desafíos operativos en una industria que ya tiene un margen bajo. Es además un rubro que entrega directa, e indirectamente millones de empleos a nivel global, por esto es necesario seguir su evolución y revisar las impresiones del mercado.
Landry’s es una empresa propietaria de más de 600 restaurantes en Estados Unidos. En tiempos pre pandemia facturaban doce millones de dólares diarios. Al decretarse las restricciones sanitarias en Estados Unidos esa venta bajó a un millón de dólares al día.
Su presidente, Tilman Fertitta, señaló hace unos días que los restaurantes que logren sobrevivir a la pandemia deberían poder aplicar lecciones valiosas que podrían hacer que sus negocios sean más rentables. El multimillonario, que también es propietario de hoteles y casinos e incluso clubes de basketbol en USA dijo que el año 2022 «podría ser un año espectacular».
“Porque si podemos recuperar todas las empresas, estas tendrán un 10% más de ganancias de las que iban a tener antes de que comenzara la pandemia, porque todos aprendieron a operar de manera mucho más eficiente”, agregó Fertitta.
Y es una eficiencia que los restaurantes han debido implementar aceleradamente, pero dicha situación también debe ir acompañada de cambios de hábitos y aumento de confianza a medida que las nuevas condiciones se establezcan para operar.
«Nunca como ahora nuestro futuro es el presente. Y es un presente que aún no tenemos claro, pero no solo en nuestra profesión, sino en todas. La lógica es saber a qué jugamos: en un tablero de ajedrez, en una mesa de mus, con cartas… Vamos a tener que funcionar con nuevos hábitos y depositar la confianza tanto en nuestro cocinero como en la persona con quien nos sentamos a comer», reflexiona el chef del restaurante madrileño Sacha.
Juan Antonio Eymin, experimentado crítico gastronómico analiza cómo está siendo visualizado el escenario gastronómico chileno una vez que los restaurantes, entren en funcionamiento parcial: “Sufrirán los que no tienen espaldas y viven el día a día. Igual a los que se dedican al turismo como Coco Pacheco, Giratorio e incluso el Boragó, porque no tendremos turistas al menos por un par de años. Habrá grandes ganancias para la comida rápida”.
Fuentes :
www.cnbc.com www.latercera.com www.expansion.com