Esta categoría, impulsada quizá por las alarmas sanitarias globales, se ha proyectado, atrayendo a nuevos clientes y entregando una oferta fresca y crujiente a sus consumidores.
Las nuevas directrices de consumo y los cambios en los hábitos de dispendio que se están perfilando en tiempos de coronavirus, allanan el camino para potentes cambios en el sector.
Día a día, muchos consumidores en Chile y el mundo sacan desde la congeladora de su refrigerador las piezas justas para su desayuno, la hora de once (obvio, en nuestro país) y terminan de preparar estas hogazas en el horno de casa. Básicamente tiene dos presentaciones; Precocido (Necesita algunos minutos para estar listo para disfrutarse) o Crudo, que requiere ser terminado de elaborar en, por ejemplo, el horno de una panadería.
El Pan Precocido se trata de una categoría de panes que mantienen el proceso tradicional de elaboración, con la particularidad de la interrupción en el punto exacto de cocción, que consigue mantenerlo fresco y en las mejores condiciones para su último horneado en tienda o en casa.
Sin embargo a pesar que es una preferencia en relativa alza en nuestro mercado local, su consumo en nuestro país es aún muy acotado. Citamos primeramente al portal informativo nacional Las Últimas Noticias quien en una de ediciones detallo que; «Si bien la demanda de pan precocido viene creciendo en Chile en forma sostenida durante el último año, está lejos de llegar al nivel de los países desarrollados. Para los comerciantes del área de restaurantes, cafeterías y sandwicherías es muy cotizado. Para negocios como minimarkets, en tanto, como en general venden productos para llevar, esta categoría no es significativa. Distinto es el caso de pequeños comercios que además elaboran alimentos y que tienen un espacio para dicho fin. Para ellos sí es un producto interesante ya que pueden hornearlo y tenerlo siempre a disposición de su público».
«Una de las principales ventajas del pan congelado es que te permite tener pan almacenado e ir cociéndolo de acuerdo a tus necesidades. Esto evita desperdiciar un montón de pan que no se ha consumido en el día o peor aún quedarte sin existencias de pan en el medio de una jornada de trabajo» relata el portal Proveedores de Barcelona, España.
En nuestro país hay empresas como Meyer Frozen Food, que entrega a disposición de sus clientes un catálogo amplio que incluye panes multigrano, ciabattas, mini baguettes e incluso el bagel americano. «A ellos se suman cinco tipos de croissant congelados crudos para hornear, junto con las marraquetas y hallullas frescas precocidas que pueden ser congeladas», según indica Guillermo Meyer, el gerente general de esta empresa del Bakery Gélido.
Hábitos de consumo diferente. Modernas maneras de acceder a lo que se gusta, a lo que disfruta.
Pan como recién horneado muy a mano; promesas que, de una u otra forma, se hacen realidades.
Fuentes :
www.lun.com www.panmilagros.com www.magazinebbm.com