De a poco se van retomando las actividades. Las juntas, las celebraciones, las reuniones de negocios, los almuerzos con amigos. El rubro comienza a despertar de un largo y duro sueño.
Es tiempo de poner las mayores energías; de poder trabajar mucho con el equipo para poder llegar a satisfacer a todos los clientes que, de golpe, llegarán a los locales, tiendas y proveedores de la gastronomía, pidiendo que todo vuelva a ser como antes.
Y aquí, es donde creo que debemos también tener paciencia y ponernos en los zapatos del otro.
No todo es como antes. No está el mismo equipo, no son la misma cantidad de personas ni tienen el mismo nivel de conocimiento y capacitación sobre el negocio. Los stocks disponibles tampoco son los mismos, ni la capacidad de reacción para enfrentar grandes pedidos de último minuto.
No castiguemos a la industria por este período de puesta a punto. Es muy diferente a una marcha blanca, donde sabemos que estamos dispuestos a ser un poco más flexibles… pero ojo, este periodo es también casi o más difícil que una marcha blanca. Porque tal como el inicio o lanzamiento está lleno de esperanzas y apuestas por un futuro prometedor… Este período de adaptación o puesta en marcha se hace con un poco de incertidumbre por el miedo a una segunda ola, también con miedo al riesgo a la deuda y a cumplir los compromisos. Es un período difícil, y ahí, como industria, debemos ser empáticos. Colaborarnos en lo que podamos, para hacer que este nuevo despertar del comercio y de los negocios de la industria HORECA, puedan mantenerse por un largo tiempo, y sean además, más llevaderos.
Creo que es un buen momento para trabajar cohesionados. Sabemos lo importante que es para el desarrollo de nuestra economía, todo lo que se relaciona a la hotelería, turismo y gastronomía. Sabemos lo importante que es para muchos de nuestros colaboradores, el volver a trabajar en este rubro, que mueve miles de empleos, que ha sido tan golpeado en los últimos meses.
Tenemos una tremenda oportunidad de volver a brindar experiencias, de volver a hacer que mucha gente ¡¡lo pase bien!! Volvamos con energía… y sobre todo respeto. Que se respeten los espacios que con tanto esfuerzo han podido volver a levantarse. A quienes han armado terrazas, a quienes han mejorado los tiempos para sus delivery, a quienes han vuelto a dejar pintadas las fachadas de sus tiendas y restaurantes. A todos quienes han puesto de nuevo su corazón en estar de nuevo abiertos para trabajar.
Respetemos los tiempos de nuestros clientes… claro que sí, pero también respetemos y entendamos los tiempos de nuestros proveedores, que son socios muy importantes en este camino. Respetemos los tiempos para hacer los pedidos, respetemos los tiempos para poder recibir los productos, y respetemos los tiempos de pago que hemos acordado, para no volver a ahogarles la caja.
Respetemos lo que hacemos, en panadería, bollería, hotelería, turismo, y gastronomía. Volvamos a levantarnos con más energía…pero con respeto. Merecemos respeto.
