Me refiero a conceptos asociados a migrar, entendiéndose como; movilizarse, transitar hacia nuevos modos, costumbres y tendencias e incluso preparar “viejos – nuevos mercados”.
Es un movimiento, una disposición que estamos viendo desde ya hace algún tiempo en otros mercados. En el rubro de la energía, para tomar un ejemplo muy preciso, muchas empresas están migrando de la promoción de combustibles fósiles a energías más sustentables, como la eólica, la solar e incluso ya se habla de ser líderes en la producción de Hidrógeno Verde. Lo mismo ocurre, guardando todas las proporciones, en el rubro minero y también puede verse en el rubro del bakery. ¿Cómo se manifiesta? De muchas formas.
El mundo en su globalidad está reinterpretando sus símbolos, sus estatuas, rebautizando el nombre de sus golosinas (reciente es el caso de la popular galleta bañada Negrita), incluso sus instituciones, y si a esto le sumamos que la pandemia y los efectos que parecen seguir sumándose, ha hecho que la humanidad en su conjunto busque vías de canalizar sus necesidades.
El mundo del Bakery no está lejos de eso. Para muchos el pan que consumen diariamente, por ejemplo, ha sido elaborado en la casa de un emprendedor que, teniendo el talento del oficio, ha levantado desde casa su propia panadería. Lo mismo sucede con las tortas, las pizzas, los sándwiches y otros productos que ahora disfrutamos en casa, sin desplazamientos hacia tiendas, compradas digitalmente sin dinero físico y gracias a emprendimientos, cuya gran mayoría no existían hace menos de dos años. Entonces todo ha cambiado; marcas, productos, insumos, medios de pago, vías de despacho, tiempos y momentos de consumo y la edad de los “nuevos consumidores”.
“Antes de la pandemia se estaba implantando el comercio electrónico y la comunicación digital y, con su llegada, se han confirmado y multiplicado. Ha habido un acelerón y diría que se ha adelantado en cinco años. Y ha sido gracias a los Jubilonautas. Si antes eran los Millennials los usuarios habituales, ahora se ha extendido entre los mayores, entre el denominado Grey Market”, señala Mel Solé, profesora del Departamento de Empresa de la Facultad de Economía y Empresa de la Universitat de Barcelona (UB).
Y ante esto, ¿qué viene? La Silver Economy y sus protagonistas, los Jubilonautas. Un mercado que hasta hoy no era siquiera considerado se está transformando en la nueva tendencia; hoy las personas mayores tienen más probabilidades de seguir trabajando, estudiando y gastando. Están en mejor condición física que los ancianos de décadas atrás, y tienen más energía para disfrutar de la vida y seguir contribuyendo a la sociedad. Por tanto, las sociedades deben estar preparadas para el envejecimiento y sus nuevas oportunidades económicas.
¿Cómo se podría manifestar en el rubro del Bakery? Es quizá momento de pensarlo, es quizá el tiempo de ir perfilando esos productos que, cayendo en el desuso producto de las modas, deberán ser “rescatados” y serán la indulgencia futura de una cantidad importante de consumidores de acá a unos años más, cuando las canas de estos mercados comiencen a multiplicarse.
