Cada año con diciembre llega la temporada navideña. Un espíritu que nos congrega por casi todo el mundo; las familias y amigos se reúnen y los niños no pueden esperar hasta el día de los regalos.
Las decoraciones de navidad aparecen en los supermercados, en las casas, hasta en las calles y las canciones clásicas están sonando por todos lados. Las panaderías y pastelerías sin duda son parte de este espíritu, sobre todo por los olores, sabores navideños únicos y ricos de las galletas, queques, panes dulces y especialidades regionales que se producen en todo el mundo durante esta temporada.
Aun si para mí como europeo mucho de este espíritu está relacionado con la temporada de invierno, no me tengo que quedar sin las especialidades dulces de navidad en el verano de Chile. El olor rico del pan de pascua en todas las panaderías y pastelerías nos indica también aquí, que ya viene la navidad. El pan de pascua sin duda es el clásico navideño más famoso en chile y no puede faltar en ninguna casa, igual que las galletas navideñas, o los chocolates con diferentes formas, colores y sabores. Queda claro que en Chile como en todo el mundo la navidad sin las especialidades de las panaderías y pastelerías seria inimaginable.
Pan de pascua, Stollen de navidad, Panetone, Galletas de jengibre, Estrellas de canela, Galletas de anís, Pan de miel y jengibre, Bombones de chocolate, para mencionar solo unas pocas de las miles especialidades navideñas en todo el mundo, donde cada país y región agregan sus propias variantes.
¿De dónde viene esta relación de la panadería y pastelería con la navidad y la inspiración para todas estas especialidades deliciosas? Todo comenzó en el viejo continente, aun antes de las celebraciones de navidad como las conocemos hoy. Revisando los ingredientes principales de muchas especialidades navideñas, nos indican rápido que eran elaboraciones temporales para el duro y largo invierno de Europa. Por la falta de productos frescos con vitaminas y proteínas durante los meses de invierno, los panaderos y pasteleros comenzaban a crear productos con frutos secos y frutas confitadas para ofrecer y apoyar una alimentación saludable y nutritiva para este tiempo. Las especias como canela, jengibre, anís o cardamomo no sólo dan este olor y sabor típico, también fortalecen nuestro sistema inmunológico, por ejemplo contra el resfrío. Muchas de estas especialidades son altas en calorías, importante para aguantar el largo y frio invierno. Por último son productos con una larga vida útil que permite almacenarlos y tener alimentos nutritivos durante todo el invierno. Producidos en las primeras semanas del invierno y aun frescos, llenaban durante diciembre las panaderías, pastelerías y hogares con este olor característico que hoy en día relacionamos tanto con la navidad. Paso a paso estas especialidades de invierno se volvieron parte de la tradición navideña, disfrutándolos juntos en las celebraciones familiares. Llegando al continente nuevo los europeos llevaban también sus tradiciones navideñas, incluyendo las especialidades de las panaderías y pastelerías. Las razones nutritivas para el invierno desaparecieron cada vez más, sobre todo en países como Chile con la navidad en el verano, pero las especialidades con sus sabores y olores típicos siguen siendo indispensables para el espirito navideño en todo el mundo.
Hablamos desde la vista de los panaderos, pasteleros y emprendedores: Diciembre es el mes más importante en nuestro trabajo, con la venta más fuerte de todo el año. Por supuesto ningún éxito es regalado, requiere mucho esfuerzo y sudor de cada trabajador y emprendedor, horas-extras como en ningún otro mes, algunos trabajando semanas sin día libre, hasta sacrificando parte de su propio espíritu de navidad, casi sin tiempo para la familia y amigos.
¿Vale la pena?… ¡Claro que sí!
No solo por un posible éxito en la venta, también para nuestra pasión y el orgullo de ser ¡panadero y pastelero! Diciembre es el mejor mes para mostrar al mundo la maravilla de nuestro trabajo, haciendo millones de personas felices con nuestros deliciosos productos.
Pero diciembre y navidad no sólo significan celebraciones, también es el momento para repasar el año y crear los planes para el año nuevo, en lo personal y laboral. El 2021 fue un año muy especial para todos, con muchos cambios en la vida y en el trabajo, algunos eran buenos y felices, otros duros y tristes. Las panaderías y pastelerías de Chile sin duda estaban afectadas duramente de la situación mundial que vivimos en los últimos dos años. Muchas empresas se han visto obligadas de reinventarse, algunas con éxito y otras aún siguen trabajando en los cambios. Pero también hemos visto panaderías y pastelerías en todo el mundo igual como en Chile que lamentablemente no lograban adaptarse a la situación, o a las nuevas tendencias y que finalmente fueron obligadas de cerrar sus puertas. Muchas de estas panaderías y pastelerías eran negocios de tamaño mediano, con años de historia y generaciones, con cientos de trabajadores. Perder estas empresas con sus tradiciones y lugares de trabajo es un golpe duro para toda la panadería y pastelería chilena, que no se puede reemplazar fácilmente.
Mi deseo navideño personal para la panadería y pastelería chilena: Volver a unirnos como un rubro fuerte a nivel nacional, apoyando a las panaderías y pastelerías, también de tamaño medianas que han sufrido tanto en los últimos dos años, para crear más lugares de trabajos nuevos y atractivos. Volver a invertir en las escuelas técnicas con buenos sistemas de educación, creando un futuro de panaderos y pasteleros jóvenes y profesionales. Seguir empujando y apoyando a nuestros proveedores nacionales, para crear una panadería y pastelería chilena de alta calidad. Seguir aprendiendo de otros países para crear una identidad chilena. Combinar tradición, innovación y calidad, para formar un rubro que podemos mostrar a todo el mundo con orgullo.
Feliz navidad para todos los panaderos y pasteleros, un mes exitoso, lindas fiestas y un buen comienzo en el 2022.