Una de las etapas claves en los procesos de calidad en cualquier industria de alimentos es su control, esto nos permite conocer su estado y de qué manera va evolucionando. ¿Pero qué es? Aquí te explico.
El control de calidad de alimentos consiste en la utilización de herramientas sea de tipo físico, químico, tecnológico, sensorial, microbiológico y nutricional para asegurar su nivel óptimo de aspectos como salubridad, higiene, sabor adecuado, nutrientes y otros que hacen parte de los parámetros necesarios de inocuidad.
La finalidad de supervisar estos aspectos tiene que ver con asegurar la calidad del producto y así proteger la salud del consumidor. Esto permite a las pymes y empresas que trabajan en el campo de la alimentación a evitar pérdidas económicas, debido a posibles rechazos o retiros de sus productos del mercado.
Planteado este marco, nos enfrentamos a la complejidad que tiene el control y para su puesta en marcha se requieren 3 instancias diferentes, las cuales están asociadas con la ejecución y la responsabilidad de ésta. Se trata del Monitoreo, Vigilancia y Verificación.
Cuando hablamos de monitoreo, hablamos del control que realizan los operarios o personal de la línea, esto puede ser observaciones, controles o mediciones para evaluar si las medidas de control están funcionando según lo previsto como pueden ser: controles de temperaturas, cantidades utilizadas, control sensorial, etc. Generalmente esta instrucción está dada a través de procedimientos o instructivos ya previamente descritos.
En los monitoreos debe existir una vigilancia constante de los resultados, es cuando un superior quien a través de un muestreo aleatorio compara su observación con la del operario. Confirma que se hace lo que se debe. Ya no sólo está mirando qué se hace, sino que se cumpla con lo previsto. De esta manera se tiene un feedback de los resultados que se están registrando durante el monitoreo.
Y por último, en lo que respecta a la verificación se analizan los resultados de Monitoreo y Vigilancia en función de su vigencia y pertinencia. Dado lo anterior, se evalúa y decide si es que se necesita realizar algún cambio. Por ejemplo: para que se trate de una verificación de un procedimiento de recepción debe intervenirse con el objeto de confirmar que las especificaciones son alcanzables por parte de los proveedores actuales y con el objeto de sopesar si es necesario hacer un cambio de especificaciones, de proveedores o se puede continuar trabajando del mismo modo.
En resumen se contrasta los resultados, en base a un patrón de especificación. De esta manera el control de calidad de alimentos será más sistematizado encontrar defectos en cada producto y minimizar el margen de error ante la posibilidad de que lleguen al consumidor final, retirándolos desde su fase de producción.
Este control de calidad de alimentos es un proceso que está enfocado a la prevención de riesgos, tanto de baja calidad del producto tanto de contaminación y problemas de salud, así mismo podemos reconocer los puntos fuertes, débiles y de eficiencia y por consiguiente mejorar los sistemas de gestión de calidad e inocuidad de la industria de alimentos.