La herencia del oficio es una de las circunstancias claves para que “prolonguen la vida” locales emblemáticos que nuestra cultura y sociedad necesitan conservar y proteger.
En este reporte nos apoyaremos de la presentación de un libro recientemente editado en nuestro país; “Boliches con historia, crónicas de comercio de barrio” escrito por la periodista María José Guallar, para hacer una breve reflexión acerca de “los negocios atendidos por sus propios dueños”.
Primero, destaquemos que la obra fue financiada gracias al Fondo del Libro del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Patrimonios. María José relato que; “esta publicación es un pequeño homenaje a mi padre, a mi abuelo, al trabajo de muchos comerciantes que hicieron de su trabajo su forma de vida y con ello sacaron adelante a sus familias, pudiendo cumplir varios sueños y proyectos”.
Álbum Revista así relata el fruto de este trabajo; «Esta investigación, en tanto propuesta visual, tiene rasgos periodísticos, historiográficos, artísticos y antropológicos. Pero más allá las disciplinas, se trata de un intento por conectarnos desde la emoción, desde lo intangible, para conocer y adentrarnos, más allá de la estética y características de estas tiendas, en la vida y procesos de las personas que están tras los mostradores y cortinas, para acercarnos al rescate de un valor patrimonial e identitario que a muchas comunidades les hace sentido».
La autora destaca que; “Estos comercios poseen reconocibles características: una escala pequeña, estética sencilla, generalmente una oferta de productos de primera necesidad, son atendidos por sus dueños o por un familiar, con quienes los clientes establecen una cercanía que va más allá́ de lo estrictamente comercial. Sin embargo, la ciudad ha experimentado cambios profundos en los últimos cincuenta años, los dos últimos particularmente, dado el contexto de la pandemia, ha golpeado fuertemente al comercio pequeño, muchos dueños y tenderos son mayores y no tienen a quien “heredar” su oficio, ni salud o fuerza para continuar. Por eso es notable que hayan logrado mantenerse desde hace décadas pese a la competencia gigantesca que significa el retail”.
Ahora, vamos a relacionar esto con nuestro querido Bakery. En las páginas virtuales de nuestras webs hemos entrevistado, conversado y reportado a decenas de negocios, sobre todo panaderías y pastelerías, que ven su tiempo pasar porque sus fundadores ya están en la búsqueda de un merecido descanso, pero tras esos retiros, también los establecimientos, que en la mayoría de los casos, llevan décadas de éxito, deben cerrar.
La pérdida de la oportunidad de fortalecer la escala humana de la vida de barrio es irreparable. Mucho que aprender, por ejemplo, de la panadería y pastelería europea, donde repetidas veces alguien (un familiar, un discípulo, un grupo de empresarios, organizaciones comunitarias o emprendedores profesionales) extienden el legado, respetando la esencia del negocio, experiencia de consumo, la originalidad de las recetas, el capital material e inmaterial de este bello oficio.
Fuentes :
www.elmostrador.clwww.comerciodebarrio.clwww.albumrevista.cl