En tiempos de restricciones económicas, se buscan modos de comercializar productos a menores precios, que cumplen en general con los propósitos buscados por los consumidores.
Primero puntualicemos que una “Marca Blanca”, también conocidas como “Marcas Propias” es una línea de productos genéricos que el minorista o empresa de retail vende bajo su propio nombre. Estas mercancías se comercializan comúnmente bajo el logo de un establecimiento comercial y en Chile conocemos bien este modo de comercialización, porque prácticamente todos los supermercados los ofrecen en sus estantes.
«Que las cadenas de supermercados tienen sus propias marcas no es nada nuevo. De hecho, es muy común que, tanto en España como en otros países, las grandes superficies cuenten con una o varias marcas blancas que «imitan» a los productos de las marcas originales y suelen ser bastante más baratas. Sin embargo, a veces los consumidores no somos conscientes de lo mucho que se parecen las «copias» a los originales hasta que comparamos los productos detenidamente» comenta el portal especializado Marketing Directo.
Sin embargo se hace necesario revisar la historia para comprender completamente el por qué este tipo de productos vende mucho en periodos recesivos. El portal Economipedia contextualiza este concepto de marketing; «Las marcas blancas tuvieron sus orígenes en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial. En esta difícil etapa, los consumidores dejaron de prestar atención a las marcas populares privilegiando la compra de productos de bajo precio y sin logo conocido. Posteriormente, la tendencia se expandió a otros países como Estados Unidos o Francia, sobre todo, en los setentas».
De acuerdo con algunos estudios internacionales, los consumidores que compran más marcas propias las eligieron por precio (55%) como factor principal en su decisión. Sin embargo, eso no es todo: los encuestados expresaron que la calidad (43%) y el sabor (42%) también son factores motivadores, lo que indica expectativas superiores a pesar de los precios económicos.
¿Qué deben lograr los retails para que sus marcas puedan prosperar? La respuesta la encontramos en un interesante artículo de Grupo BIT (Business Analytics) de Colombia; «El reto principal es dar confianza al consumidor de que al adquirir estas marcas está llevando productos con todo el respaldo de la cadena, con calidad comparable a las de las marcas líderes del mercado, pero a un precio que favorece su bolsillo y además, que si se atreve a probar no le va a generar una pérdida significativa ya que tiene la posibilidad de conocer un producto de calidad. Hoy en día la mayor penetración y el mejor desempeño de las marcas propias son en alimentos básicos, sin embargo, para seguir creciendo necesitan extenderse a otras categorías».
El gran beneficio de la Marca Propia, Marca Blanca o como se conoce en inglés “owned brands”, es que los minoristas pueden obtener mayor margen sobre sus ganancias porque el minorista logra un mayor margen sobre los precios de sus productos en relación con las marcas con las que rivaliza, esto le da una alta autonomía que les permite ofrecer mejores precios o descuentos al consumidor final en momentos coyunturales del mercado. Además puede, privilegiar a sus propias marcas, proporcionándoles más visibilidad en las góndolas.
Otra de las razones del crecimiento reciente de las marcas propias es la actual crisis generada por el COVID-19. Para las cadenas de retail existe una variedad de razones para invertir y reinventar marcas privadas, incluido el deseo de satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes, las tendencias y el panorama competitivo imperante en los actuales mercados complejos.