¿Sabías que todos tenemos una manera muy fácil de aumentar nuestras ventas diariamente? Es un gesto gratuito y que todos podemos entregar sin restricciones ni limitaciones.
Consideremos esta situación ficticia; Nos acercamos al mostrador de un local. Nos ignoran durante aproximadamente un minuto mientras varios empleados conversan un poco entre ellos, alguno revisa su Smartphone. Por supuesto, un minuto puede sentirse como diez cuando estás parado allí esperando torpemente a que alguien reconozca tu presencia. Sin embargo, esperamos hasta que alguien hace contacto visual con nosotros. Sin sonrisa ni saludo alguno, nos preguntó «¿Qué desean?» Pedimos, y una vez que volvimos al auto con nuestros cafés y medialunas, ambos nos miramos. No podíamos creer la falta de servicio al cliente que vivimos y nos fuimos de allí con la sensación que éramos una molestia y que no nos querían allí a esa hora. ¿Por qué volveríamos a aquella cafetería? La respuesta es que no lo haríamos y no lo haremos. Si bien el café era muy bueno y la masa dulce una delicia, el servicio era pésimo.
Faltó… ¡una sonrisa! El atractivo de una sonrisa funciona, por un fenómeno conocido como contagio emocional. En personas sanas, nuestras neuronas espejo funcionan cuando estamos expuestos a una expresión facial reconocible. Si esa expresión facial es feliz, nuestras neuronas espejo nos hacen alegrarnos automáticamente.
Funciona, porque simplemente nos sentimos mejor cuando vemos felices a otras personas. Así es como estamos conectados. Por lo tanto, una sonrisa en la cara de un modelo tiene la capacidad de encender la alegría del consumidor y mejorar nuestra actitud.
“La sonrisa es la expresión facial más reconocible. Los humanos somos capaces de identificarlas a más de 100 metros de distancia. La tercera parte de las personas sonríe más de 20 veces al día y menos de un 15% sonríe solo 3 o 4 veces. Los niños, en cambio, sonríen más de 300 veces cada jornada. Y qué hay de bueno en sonreír. Pues los estudios que desde hace años vienen haciendo universidades de todo el mundo hablan de predecir el éxito y el bienestar”.
Una sonrisa es uno de los indicadores más básicos y universales de apertura, amabilidad, relajación y simpatía. Según Ryan C. Lowe, autor de “Get off Your Attitude: Change Your Attitude, Change Your Life”, esto significa que una sonrisa es un activo poderoso para los vendedores que buscan formas de establecer una buena relación y construir relaciones.
¿En qué puede ayudar a una panadería, pastelería o pizzería “ofrecer sonrisas en el menú”?; «Las personas compran a quienes les agradan, conocen y confían. Puede darse cuenta de que cuando sonríe a las personas, ellas le devolverán la sonrisa. Es un reflejo y el proceso inicial de agradar a una persona. Si tiene una sonrisa acogedora, más personas estarán dispuestas a agradarle, entonces confíe en usted y, sobre todo, compre de usted», leí hace unos años atrás en la cuenta de LinkedIn de Nina Hegyi, especialista en desarrollo de negocios.
Estas son las tres vibraciones que debes emitir cuando estás ante un cliente:
• Me alegro de estar aquí y que tú hayas entrado a mi local.
• Sé muy bien de lo que estoy hablando y de lo que voy a ofrecerte.
• Me encanta la labor que estoy haciendo.
El trabajo no es un castigo por no haber nacido millonario. Es fundamental que encuentres alegría al atender tu emprendimiento. Elbert Hubbard lo expresó de esta manera: «Saca felicidad de tu trabajo, o quizás nunca sepas qué es la felicidad». Y no hablo de trabajar en exceso, sino de afrontar la labor diaria con otro ánimo… un estado mental que te permitirá vender más.