Minimizar cantidad y número de materiales utilizados, teniendo en cuenta la compatibilidad entre ellos, simplificar los elementos de su ensamblaje, optimizar formas y geometrías…
Estos son los ingredientes básicos para minimizar el impacto ambiental de un envase, asunto que está en las agendas industriales de muchos países en todo el orbe, también desde hace unos años en Chile. Hay que diseñar cada envase que se pone en el mercado aplicando criterios ambientales, dando a los aspectos ambientales la misma importancia que los aspectos técnicos y económicos. Teniendo en cuenta cada fase del ciclo de vida del envase, desde el origen de la materia prima hasta la disposición final del residuo, pasando por los procesos de producción y distribución, el transporte y el uso, el proceso de reciclaje.
¿El packaging solo trata de diseño gráfico? Ciertamente no. Involucra estudios de usabilidad, estudio de materiales y más. La industria 4.0 conversa con la manufactura aditiva, la utilización de nuevos materiales y la nanotecnología, aplicaciones tecnológicas que han ayudado mucho a la industria del packaging, “por la posibilidad de incorporar un material que va a ser utilizado en manufactura aditiva, tal como lo hace la nanotecnología al incorporar las nanopartículas de cobre en los envases de transporte de alimentos”, enfatizó Pablo Reyes, de LEITAT Chile. “Hay un punto de encuentro (entre la industria del packaging y la industria 4.0), porque finalmente hay una necesidad de que la mayoría de los materiales que utilizamos vengan de una matriz verde o de una reciclada –que es lo ideal-, y al ser reciclado la nanotecnología puede mejorar o hacer diferencia en los materiales, entonces siempre hay relación”, explicó el investigador chileno.
Gran parte de los proyectos de packaging en Chile se financian con subsidios, naciendo desde las necesidades de empresas y Pymes, pero estas al final del proceso requieren de apoyo estatal o de capitales privados.
Específicamente la nanotecnología en el packaging puede beneficiar a la industria desde el uso del plástico que se desecha, hasta la seguridad que se debe entregar para el alimento que va dentro de un envase, especialmente en las exportaciones. El packaging es un factor muy importante para los mercados de países del primer mundo, que hacen trazabilidad en toda la cadena productiva.
Y estas conclusiones se apoyan con datos; el packaging es esencial en el comercio exterior. Según cifras de ProChile, publicadas recientemente por el Centro de Envases y Embalajes de Chile (CENEM) alrededor del 86% de la producción de los envases que se producen en Chile está destinado a la exportación de productos, ya sea por vía directa o indirecta. De acuerdo con cifras institucionales, durante los años 2020 y 2021 ha existido un aumento de los envíos en un 14%, pasando de aproximadamente US$ 224 millones a US$ 263 millones. Los principales destinos del sector en ese ejercicio fueron; Perú (21,9%), Estados Unidos (20,15%), Argentina (14,6%), México (9,4%), Brasil (6,1%) y Ecuador (4,1).