Producto de alta tecnología, en este caso puntual gracias al desarrollo de biosensores, un caramelo puede ofrecerse en la consulta médica a un niño o niña y así chequear su salud.
Se trata del The Smart Lollipop, un dispositivo médico no intrusivo con forma y sabor de piruleta (caramelo) que tiene como objetivo detectar enfermedades con una sola muestra de saliva. Está dirigido a niñas y niños pequeños para monitorear y controlar células, sustancias químicas, proteínas y otros componentes con una tecnología de biosensores y, por lo tanto, prevenir los riesgos potenciales para la salud, como la presencia de colesterol o señales de diabetes o de celiaquía. El Lollipop, con lector electrónico, muestra los resultados del diagnóstico en minutos y en una plataforma online. De esta forma, se sustituyen los análisis de sangre.
Los biosensores se pueden definir como dispositivos que comprenden un sistema de reconocimiento biológico y un transductor para el procesamiento de señales.
The Smart Lollipop, es un exitoso emprendimiento que tiene su origen en una idea ganadora de la competición de innovación iFest Dream BIG Challenge de Catalunya España el año 2017 y se constituyó como empresa en el año 2020. A lo largo de su trayectoria esta Start Up ha obtenido variados reconocimientos, como el 1er premio I4KIDS del Hospital Sant Joan de Déu en Barcelona, destinado a los proyectos creativos enfocados a la innovación pediátrica o maternal.
La cofundadora y directora ejecutiva Diana Ballart señaló a medios de comunicación que «el caramelo inteligente no solo mejora la experiencia de los usuarios, pacientes y médicos, reemplazando una prueba invasiva como un análisis de sangre, sino que también promueve la prevención de enfermedades, la simplificación de procesos y la digitalización de la medicina».
El gran avance de esta innovación es que, además de mejorar la experiencia de los usuarios, pacientes y médicos, simplifica exponencialmente los procesos y favorece la digitalización de la medicina. Por ahora existe un porcentaje muy alto de niños con hipercolesterolemia que no están diagnosticados, justamente porque todo el proceso de detección es costoso, largo e invasivo. «Con nuestro dispositivo médico se gana en agilidad y se fomenta, además, la prevención», añadió Ballart.
El Smart Lollipop formó parte anteriormente de la iniciativa de ISDI Accelerator y UNICEF Lab, que apoyó el desarrollo de su prototipo de “caramelo inteligente”, comenzando con estudios clínicos en hospitales para completar los trámites de certificación médica del dispositivo.