Al estar en un momento “Post Covid” y salir de un estado mental de supervivencia colectiva, los consumidores tenemos hambre de volver a reunirnos y el rubro del Bakery es la respuesta.
Estamos impacientes esperando que esta experiencia de congregarnos en familia y amigos sea satisfactoria. Fueron al menos dos años de restricciones de movilidad que afectaron de manera directa al rubro de las pizzerías, pastelerías, panaderías, cafeterías, sandwicherías y afines.
Los últimos dos años han traído innumerables desafíos a la industria culinaria. La pandemia ha obligado a los operadores de todo el mundo a repensar sus negocios. En Chile muchos emprendimientos de proyección no lograron sobrevivir y otro importante porcentaje de los negocios dedicados al Bakery lograron, con no pocos problemas, llegar a este año, reinventándose varias veces durante el periodo 2020-2022.
Y este reconectar transporta no solo un deseo personal o de grupo humano. Trae para los emprendimientos, negocios alimentarios y marcas un tremendo desafío porque el cliente ya no es el mismo. Entre el fin del año 2019 y los inicios de este 2023 pareciera que hay décadas de distancia. Me explicaré.
Desde el primer confinamiento total, la emergencia sanitaria que se impuso al sector de la restauración y el turismo puede presumir de haber cambiado rotundamente los hábitos de los consumidores. Tanto es así que tras el confinamiento, varios clientes siguen reacios a acudir a locales gastronómicos. Es por ello que el panorama restaurantero es diferente después del Coronavirus. Las empresas de servicio de alimentos necesitan encontrar formas de retener a los clientes de una manera completamente nueva.
La experiencia del consumidor cambió de manera rotunda; de un día para otro hubo imposición de implementar terrazas en los locales comerciales puesto que no se podía consumir en espacios cerrados. Se prohibieron las cartas en papel, los protocolos de atención incluyeron mascarillas, alcohol gel y otras restricciones como una muy significativa: los aforos se redujeron drásticamente. Todo esto golpeó como nunca antes la estabilidad comercial de los bakerys.
Ante este nuevo escenario el rubro gastronómico en su conjunto tiene la tarea de reencantar a esta nueva clase de consumidores, atraerlos para que vivan una experiencia que debería ser novedosa; nuevas cartas, productos originales, atención esmerada y cercana. El mundo pide humanidad, contacto, miradas, conversaciones, y disfrutar de ricos productos preparados con esmero. Se trata de Involucrar a los clientes de una manera diferente… ¿un ejemplo?; aplicar la “ingeniería de menús”, cuyo objetivo es crear un menú ganador que solo presente elementos altamente rentables y muy buscados. Para simplificar un menú, deberemos comprender la psicología detrás de él: cómo se presentan, promocionan, cotizan y ordenan los artículos. Cuando se tiene el menú correcto, se puede aumentar los márgenes mientras ahorra costos y reduce el desperdicio.
Y si hablamos de mercadotecnia del nuevo siglo, veremos más marcas haciendo pruebas activas en vivo y con integración de datos. Nos estamos acercando de manera vertiginosa al marketing de precisión, con información clara para aprender e iterar en tiempo real, el futuro es la búsqueda del conocimiento del consumidor y los expertos están apostando por esta realidad.
La nueva realidad también cambiará la forma en que opera el personal. Algunos puestos seguirán siendo especializados, pero la mayoría de los miembros del equipo deberán ser multifuncionales. Con tantos nuevos canales de venta, como comida para llevar, autoservicio, pedidos móviles, etc., y tantas nuevas tecnologías emergentes, los puestos requerirán múltiples habilidades.
El personal también deberá asumir un rol más de embajador de la marca. Esto incluirá responder a las preguntas de los clientes sobre preocupaciones de salud y seguridad, para empezar. El empleado ayudará a mejorar la experiencia del cliente para satisfacer las necesidades emergentes de los consumidores.
Nos encontramos en febrero en esta misma columna digital de opinión. Les deseo a los que puedan disfrutarlo, un excelente periodo vacacional y, para los demás; tiempos cálidos y cómodos.
Fuentes:
Reason Why Español
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