Podría definirse como una “denominación de origen”. Lo cierto es que algunos dulces más tradicionales de nuestro país nacieron en esta comuna de la Región Metropolitana.
Así relata esta deliciosa tradición la web de la Ilustre Municipalidad de Curacaví, comuna inmersa entre cerros de la cordillera y de la costa en la zona central de nuestro país, ubicada en la Región Metropolitana, específicamente en la Provincia de Melipilla: «La historia cuenta que los visionarios pioneros iniciaron la elaboración de dulces. En todas las fechas de fiestas, era muy común ver en las casas de campo, elaborar dulces artesanales, donde sus masas eran cocidas en hornos de barro y después rellenos con manjar, melcocha, dulce de alcayota o dulce de pera, tapados con una capa crujiente de betún blanco. Estos eran enviados al festejado conjuntamente con la tradicional torta de chuño con betún y mostacillas. Las décadas del 50 y 60 fue el período de mayor apogeo de este producto, en tiempos que Curacaví era parada obligada para quienes viajaban entre Santiago y Valparaíso».
«Si bien cuesta mucho rastrear cuándo comenzó la tradición de elaborarlos, de acuerdo a los registros municipales de dicha ciudad el primer permiso comercial para su fabricación se entregó en 1910 a don Justo Poblete», detalla el diario Las Últimas Noticias. Sea el año que sea, no es menos cierto que el prestigio dulcero de esta localidad se ha logrado afianzar en el transcurso de los años. Incluso hasta antes de la pandemia, lugares tan lejanos como Arica, Punta Arenas o Isla de Pascua recibían estos productos, en este último caso específicamente despachados hacia el Hotel Rapa Nui, donde eran degustados por turistas de todo el planeta.
De acuerdo a importantes elaboradores de dulces de la ciudad, como Rubén Gálvez de Los Chilenitos de Curacaví es justamente ese dulce el que tiene la mayor demanda entre los consumidores, en conjunto con otros dos pastelitos tradicionales; Empolvados y Príncipes.
En el rubro local no todos tienen fe en la venta online, la cual no ha entregado buenos resultados a todos, sin embargo para Dulces ISSA la experiencia ha sido positiva. Esta marca nace en 1937. “Doña Carolina Palacios, madre de la fundadora Isabel Rivas Palacios comenzaba a preparar estos ricos dulces chilenos en su cocina, para compartir con todo aquel que quisiera disfrutar de esta tradición”, señala la web de Dulces ISSA, los cuales en su tienda online ofrecen pedidos para retirar o vía delivery con ricas promociones como los packs de galletas, la docena de dulces a elección, y sus famosas “gotas de chocolate”. Además de los clásicos; Kuchen de Nuez, Pie de Limón y Tarta de Damasco, entre otras preparaciones de amplío prestigio entre los clientes como las tacitas, los Huevo Moll y los ya mencionados; Príncipes (Una suave capa delgada de merengue cubre dos finas masas delgadas rellenas con manjar ISSA) y Chilenitos (Finas masas rellenas con una generosa porción de untoso manjar ISSA y envueltas con una capa delgada de merengue).
Otra marca clásica es Bon Ami, que fue creada en el año 1978 por don Manuel Varas y en estos casi 45 años de dulce existencia ha mantenido el concepto de sabor artesanal de sus dulces fabricados con materias primas de calidad y asegurando siempre cariño a la elaboración de sus productos. Despachan a Santiago y regiones. ¿Qué podemos destacar de Dulces Bon Ami? Los Bizcochos (artesanales rellenos con manjar, cubierto con merengue y mostacilla) y las exquisitas Cocadas (Suave bizcocho relleno con dulce de leche y coco rallado).
Esperamos que Curacaví siga siendo merecidamente reconocido en el mercado nacional como una de las zonas típicas donde se elaboran los dulces que tanto gustan chilenos de todas las edades y generaciones.
Fuentes:
Las Últimas Noticias
Ilustre Municipalidad de Curacaví
Dulces ISSA