Son dos postres tradicionales muy populares en sus respectivos países, pero aunque a simple vista pueden parecer muy similares, existen diferencias importantes entre ambos.
¿Origen francés o argentino? «El primer dulce de leche era de color muy blanco. Luego de algunas mezclas en México, cambió el color porque se le agregaron ingredientes que contenían bicarbonato de sodio, y el bicarbonato es el que le da ese color oscuro, pardo, como lo conocemos actualmente», narra el escritor e historiador argentino Daniel Balmaceda, quien asegura la paternidad de su país en la invención de este confite en 1829, sin embargo hay otra versión aún más antigua; En 1804, el cocinero de Napoleón Bonaparte estaba calentando leche con azúcar y se le pasó de cocción. Y así se habría inventado el dulce de leche en Francia. Ambas versiones con poca probabilidad de comprobación, debemos decir.
En lo que respecta a su modo de preparación, hay abiertas similitudes, pero también importantes diferencias; el manjar nacional, también conocido como «dulce de leche chileno», es un postre hecho a base de leche y azúcar que se cocina a fuego lento durante varias horas hasta obtener una consistencia espesa y cremosa. El manjar se utiliza en una gran variedad de postres y pasteles, como la popular torta de mil hojas o en los alfajores chilenos.
Por otro lado, el dulce de leche argentino es un postre también hecho a base de leche y azúcar que se cocina a lentamente por varias horas, pero con una diferencia fundamental: en Argentina se agrega un poco de bicarbonato de sodio al principio del proceso de cocción, lo que le da al dulce de leche argentino un color más oscuro y un sabor más intenso y caramelizado. El dulce de leche también se utiliza en gran variedad de postres y pasteles, como los famosos alfajores argentinos.
La preparación del dulce de leche argentino es un proceso lento y cuidadoso que puede llevar varias horas de cocción a fuego lento. Pero el resultado es un manjar que se puede disfrutar de muchas maneras. Desde comerlo solo, como si fuera un postre por sí mismo, hasta utilizarlo como ingrediente en la elaboración de otros postres y pasteles, como en la elaboración de los famosos alfajores, un bocado dulce que consta de dos galletas con un relleno de dulce de leche en su interior, cubiertos con chocolate o azúcar glas.
En la repostería chilena, el manjar es un ingrediente versátil y muy valorado, que se utiliza en la elaboración de una gran variedad de postres y dulces. Su sabor dulce y suave lo hacen perfecto para acompañar otros ingredientes como frutas, frutos secos y chocolate, y su consistencia cremosa y densa lo hace ideal para rellenar y cubrir pasteles y tartas. En repostería, son muy apetecidos los Cachitos rellenos con manjar, las galletas a las que además de les agrega coco y los Chilenitos.
En nuestro país, el consumo de manjar per cápita promedia los 2,5 kilos al año, principalmente en tortas, panqueques, alfajores, cuchiflíes y helados, entre otros.
Fuentes:
BBC Mundo
La Tercera
Ingeniería UC
No existe diferencia, ya que hay muchos tipos de manjar, infinitas recetas, incluso con bicarbonato al principio como algunas recetas en Argentina. Este es un tema netamente de patrimonio cultural, y la única diferencia es geográfica por lo que en Chile se le llama y siempre debe llamar MANJAR, en Argentina, Uruguay y Brazil, DULCE DE LECHE, en Colombia se le llama Arequipa, en Cuba se le llama Fangito, en Inglaterra se le llama FUDGE, etc. Quien sea que en Chile produce y vende “DULCE DE LECHE” hecho en chile en lugar de “MANJAR” carece de identidad y amor por su patria.