Debiera ser más analizado este nexo, porque establece nuestras emociones y estado anímico. Y las emociones, por su parte, guían muchas veces nuestra conducta, una de ellas la ingesta.
La música es una de las formas de arte más influyentes que existen, capaz de generar emociones y recuerdos. Y en la industria de la alimentación y la hospitalidad, la música juega un papel fundamental en la experiencia de consumo de los comensales, porque tiene el poder de influir en las emociones, el estado de ánimo y la percepción de los consumidores. Y cuando se trata de alimentos y bebidas, la música puede hacer que los comensales disfruten aún más de su experiencia gastronómica.
En la industria de la hospitalidad, la música también es una herramienta importante para crear ambientes y experiencias únicas. Los bares y restaurantes utilizan diferentes géneros y estilos de música para atraer a diferentes tipos de clientes y crear una atmósfera adecuada para su oferta gastronómica.
Un estudio de la Universidad de Leicester encontró que la música puede influir en la elección de alimentos de los comensales. Los participantes del estudio que comieron en un restaurante con música de fondo reportaron haber disfrutado más de su comida y bebida que aquellos que comieron en un ambiente sin música.
Otro estudio realizado por la Universidad de South Florida descubrió que la música también puede influir en la velocidad a la que se come. Los participantes del estudio comieron más lentamente cuando se reprodujo música clásica en el fondo, en comparación con cuando se reprodujo música rápida o ninguna música en absoluto.
Además, la música también puede influir en la percepción del sabor de los alimentos. Un estudio de la Universidad de Oxford encontró que la música puede hacer que los comensales perciban los alimentos como más dulces, salados o amargos, dependiendo del tempo y el tono de la música que se reproduce. Charles Spence, psicólogo de Oxford, que ha pasado más de dos décadas investigando sobre la influencia de los sentidos en el gusto, ha efectuado una serie de pruebas en la Multi-Room Sonic Wonderland de Sony con 50 voluntarios procedentes de seis países europeos. Básicamente se trataba de averiguar si escuchar cierto tipo de música mientras comían hacía que variara su percepción sobre los sabores. Y los resultados son sorprendentes, pues sazonar la comida con música autóctona mejora el sabor y el olor percibidos.
La web Origen Online nos entrega más detalles de este estudio; «Escuchar música clásica favorece que el vino y otras bebidas parezcan mejores y más caras. A la vez, la música lenta puede favorecer que los aromas duren más en la boca y al contrario, al aumentar el ritmo, los aromas resulten menos persistentes. También que cuanto más se disfrute con la música y los sonidos que escuchas, más te gustará lo que estés comiendo. Señalaron también que, al probar, comida francesa, los participantes informaron que sabía mejor si se acompañaba de un acordeón francés. Y, en la misma línea, que si escuchaban Puccini mejoraba el aroma de los platos de pasta y resultados similares con recetas españolas, griegas y alemanas».
No se trata de poner cualquier tipo de música. De hecho, el estudio demostró que los restaurantes que reproducían canciones que no transmitían los atributos de la marca vendieron un 4,8% menos que los que no tenían ningún tipo de música. A veces, el “silencio” es mejor.
Elegir la música de una tienda o restaurante según los gustos de los clientes y solo con canciones conocidas tampoco es una buena idea. Los mejores resultados se logran con una selección musical definida según la identidad de la marca. Así la música se “siente” como la marca, creando una experiencia unificada a través de todos los sentidos. Los clientes disfrutan más, se quedan más tiempo y consumen más.
La música es una parte esencial de la experiencia de consumo en la industria de la alimentación y la hospitalidad. Ya sea influyendo en las elecciones de alimentos de los comensales, en la velocidad a la que se come o en la percepción del sabor de los alimentos, la música puede hacer que la experiencia gastronómica sea aún más memorable.
Fuentes:
The Conversation USA
Sound Stripe
RedBakery
Origen Online España