La restauración es un arte que involucra activamente a todos nuestros sentidos. Desde el aroma de un plato recién preparado hasta la textura en boca que nos ofrece.
Cada aspecto contribuye a una experiencia culinaria única. Pero ¿alguna vez te has detenido a pensar en el papel que los colores juegan en esta experiencia? La teoría del color en la gastronomía es un campo fascinante que influye en la forma en que percibimos y disfrutamos de la comida. En este artículo, exploraremos cómo el color afecta el consumo en locales gastronómicos y cómo contribuye a la experiencia de disfrutar una buena comida.
La teoría del color es una disciplina que explora cómo los colores afectan nuestras emociones, percepciones y comportamientos. En el mundo de la gastronomía, esta teoría se utiliza para diseñar platos visualmente atractivos y para influir en el apetito y la elección de alimentos de los comensales. Aquí hay algunas formas en que los colores influyen en la experiencia gastronómica:
• Apetito y Satisfacción: Los colores cálidos como el rojo y el naranja pueden aumentar el apetito, mientras que los tonos frescos como el verde y el azul tienden a tener un efecto calmante. Los colores también pueden influir en la percepción de la dulzura, la acidez o la amargura de un plato, lo que afecta a la satisfacción general del consumidor.
• Presentación Visual: Los platos que presentan una variedad de colores suelen ser más atractivos visualmente. Esto se debe a que la diversidad de colores estimula los sentidos y crea una experiencia de consumo más agradable.
• Marca y Tema del Restaurante: Los colores en la decoración y el logotipo de un restaurante pueden influir en la elección de los clientes. Por ejemplo, un restaurante con una paleta de colores frescos y naturales puede atraer a aquellos que buscan opciones saludables, mientras que un restaurante con colores cálidos y vibrantes puede ser percibido como más acogedor y festivo.
Consumo en Locales Gastronómicos
La influencia de los colores es notable. Los restaurantes y bares utilizan estratégicamente la teoría del color para crear un ambiente que se alinee con su concepto culinario y atraiga a los clientes. Aquí hay algunas formas en que los colores afectan el consumo en estos lugares:
Ambiente y Estilo: Los colores de las paredes, muebles y decoración pueden definir el ambiente de un local. Por ejemplo, los colores cálidos como el amarillo y el rojo pueden crear una sensación de calidez y energía, mientras que los tonos más suaves como el blanco y el azul pueden generar una atmósfera tranquila y elegante.
Menús y Cartas: Los colores en los menús y cartas de vinos pueden influir en las elecciones de los clientes. Los colores que resaltan ciertos platos o bebidas pueden tentar a los comensales a probar algo nuevo o a pedir un plato especial.
Presentación de Platos: ¡Es esencial en la gastronomía! Los colores de los ingredientes y la vajilla utilizada pueden realzar la apariencia de la comida y hacer que los platos sean más atractivos.
La teoría del color no solo afecta lo que comemos y dónde lo comemos, sino que también mejora la experiencia de consumo en general. Aquí hay algunas formas en que los colores contribuyen a esta experiencia:
Memorabilidad: Los platos visualmente impactantes son más memorables. Los clientes recordarán su experiencia gastronómica y es más probable que regresen a un lugar donde la comida no solo era deliciosa, sino también visualmente atractiva.
Emociones y Conexión: Los colores pueden evocar emociones y recuerdos. Un restaurante que utiliza colores que evocan la nostalgia o la felicidad puede crear una conexión emocional con los comensales.
Según lo indicado por el portal GastroSapiens algunos colores nos entregan estímulos específicos, por ejemplo el rojo «Despierta el apetito. Cuando vemos el color rojo, las neuronas se disparan en nuestro hipotálamo, aumentamos la energía». El amarillo «Activa el funcionamiento del lado analítico de nuestro cerebro. Por ello, podríamos decir que no es el más conveniente cuando vamos a comer, pero los tonos más sutiles pueden aportar relajación. Siempre se deberá rebajar con otro color» y el azul «Uno de los colores menos apetitosos, pero todo dependerá de las combinaciones. Por ejemplo, si lo mezclamos con paredes blancas y decoración mediterránea, puede ser llamativo y agradable, o si tu restaurante ofrece marisco, puede reflejar el color del mar y ser fresco para la ocasión».
En conclusión, la teoría del color desempeña un papel importante en la gastronomía, influyendo en el apetito, las elecciones de alimentos y la experiencia de consumo en locales gastronómicos.
La próxima vez que disfrutes de una comida en tu restaurante favorito, tómate un momento para apreciar cómo los colores contribuyen a la experiencia y hacen que la comida sea aún más deliciosa.
Fuentes:
ABASTURhub
GastroSapiens
Grado e Investigación de Mercados