Bakery Café: Marketing de Aroma y Arquitectura de Interiores

Son establecimientos que se han vuelto parte de la vida urbana en las ciudades. No solo porque ofrecen productos recién hechos y buen café, sino porque logran algo más difícil de definir…

Todo lo placentero que busca un humano puede descubrirse, reconocerse y vivirse a través de nuestros sentidos. No estoy indicando nada muy original con esto, pero es mi intención en esta ocasión que reflexionemos en nuestro sistema sensorial, enfocándonos esta vez específicamente en dos; el olfato y la vista y cómo hoy la tendencia del Bakery Café está aprovechando sus posibilidades en el diseño de espacios y en el diseño de las sensaciones.

Aroma: el marketing invisible

Los humanos tenemos 100 veces más probabilidades de recordar un olor que un sonido, una imagen o una superficie al hacer tacto. Adicional a ello traigo este dato: el 75% de nuestras emociones diarias están impulsados por el olor. Es por esto que actualmente hay millones de empresas, tiendas y corporaciones que utilizan el “Scent Marketing» o «perfumación» a modo de acción de comercialización, sin embargo debemos concordar que dichos aromas no guardan directa relación con la esencia del negocio en el cual interactúan con su público, solo lo hacen de un modo tangencial, como el asociar un perfume amaderado o vegetal con una tienda de ropa de excursión; evoca al negocio pero no lo precisa.

Las cafeterías tienen esa gran ventaja, todas pueden aprovecharse del marketing de aroma que está inherente allí mismo… o si a este se le añaden las frescas tonalidades olfativas de la buena pastelería y panadería ¿qué podría salir mal?

Nada, por eso nació la exitosa tendencia del Bakery Café, porque una de sus potencialidades es el de tener una gran “cartelera aromática”. Si hay algo que los distingue son las fragancias, y uso esta expresión porque el vocablo “olor” no les hace plena justicia. Hay en ellas pan caliente, masas dulces aromatizadas son esencias, café recién molido, un toque de canela, vainilla o de chocolate derritiéndose. Son aromas que, muchas veces, bastan para hacer que alguien entre “a mirar” y termine quedándose mucho más tiempo de lo que pensaba.

El marketing olfativo aprovecha justamente eso: apreciar un aroma está muy ligado a la memoria y a las emociones (recordemos que el olfato es nuestro sentido más antiguo y el más poderoso). Una esencia agradable en el aire puede hacer que el cliente se quede más tiempo, que perciba los productos como de mayor calidad y que quiera volver. Por eso, algunos locales no dejan esto al azar. Deciden dónde ubicar el horno, ventilan hacia la calle o incluso refuerzan con difusores discretos que mantienen un ambiente coherente todo el día.

Arquitectura de Interiores. El espacio como parte de la experiencia

Cuando alguien entra a un Bakery café no solo busca alimentarse. Busca un espacio cómodo, atractivo, que invite a quedarse un rato más de lo planeado. La materialidad utilizada, en uso de volúmenes, la luz natural o artificial bien localizada, los hornos a la vista o los colores cálidos generan sensaciones que buscan cautivar.

No se trata solo de estética. El interior debe funcionar bien: que el flujo de clientes sea cómodo, que las mesas no estén amontonadas y que la barra permita ver lo que ocurre. En ese equilibrio entre lo práctico y lo emocional se construye gran parte del éxito del local.

Lo más interesante ocurre cuando el diseño del lugar y los aromas se complementan. Una decoración minimalista, por ejemplo, puede potenciar notas frescas y cítricas; en cambio, un espacio más rústico y cálido resalta los olores dulces y tostados. Lo importante es que lo que se ve y lo que se huele tengan sentido juntos.

Porque si el local promete lo artesanal en su interior, pero huele a perfume artificial, la experiencia pierde autenticidad. En cambio, cuando los sentidos se alinean, el cliente siente que todo encaja, y esa sensación es la que queda grabada.

En resumen… un Bakery Café exitoso no depende solo de lo que sirva en el plato. La atmósfera, construida a partir del diseño del espacio y del marketing de aromas, puede ser tan decisiva como la calidad del café o del pan. Al final, lo que estos negocios ofrecen es un ritual cotidiano que mezcla sabor, comodidad y emoción. Y en un mercado lleno de opciones, esa mezcla sensorial puede ser la diferencia entre un lugar más… y un lugar al que uno siempre quiere volver.

Con ustedes me vuelvo a encontrar en septiembre, cuando ya estemos ad portas de una nueva primavera, que anhelados sea revitalizante para quienes conformamos el rubro del Bakery en nuestro país. ¡Gracias por seguirnos y leer nuestras plataformas online!

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