Son muchos los profesionales de otros sectores que han sido cautivados por el bello y blanco oficio del bakery y han activado sus emprendimientos, ayudando de paso a que nuestro rubro se desarrolle aún más rápido.
Es el caso de Catalina Bravo (Profesora de Biología, especializada en Microbiología) que ahora es dueña de La Petite Sweet, que hace unas semanas atrás nos contaba; «Para muchos, y para mí también en su momento, es difícil comprender el abrupto cambio de dirección en mi vida profesional, sobre todo para aquellos que me conocieron como Profesora de Biología, y que posteriormente me vieron incursionar en Ciencia dura, al graduarme de Magíster en Microbiología en la Universidad de Chile. Hasta ese momento, no había grandes discordancias, ya que era una “Profesora de Biología, especializada en Microbiología”. Pues bien, fue mientras realizaba los experimentos en el Laboratorio para mi tesis de postgrado, que en mis tiempos libres, comencé a elaborar muffins de diferentes sabores, siguiendo recetas que desde pequeña vi preparar a mi mamá. Apróximadamente 3 veces a la semana pasaba por varios de los Laboratorios de la Facultad, donde la venta era todo un éxito. En ese entonces era un pasatiempo y una forma de juntar un dinero extra mientras esperaba que las bacterias y el “Dicty” (la ameba Dictyostelium discoideum, con la que trabajé), se incubaban en el Laboratorio».
El artífice de Omertá Pizza & Bar también viene de otra realidad, en este caso del Derecho. El abogado Julio Cuevas ahora se desempeña como el eje y el Pizzaiolo de Omertá. Al momento de conversar con él nos contó un poco acerca de este cambio de vida; «Yo soy abogado, tenía un estudio jurídico en esa época y tenía muchos clientes y dije, por ningún motivo me puedo dedicar a hacer pizzas. Todo el 2016 mis amigos me comenzaron a «pololear», tratando de convencerme. A inicios del 2017 nos dimos la oportunidad de probar. Justo en esa época me separé de mi señora y allí les comuniqué a mis socios en el estudio jurídico que me iba a una fundación, porque me daba vergüenza decirles que me iba a una pizzería. En mayo de 2017 comencé con mis nuevos socios a desarrollar el proyecto de la pizzería y lo desarrollamos hasta que en un momento transparenté todo y en una cena les dije a mis ex socios abogados que estaba montando una pizzería. Quedaron todos con cara de cuatro metros. Se quedaron mirando y luego levantaron sus copas y me dijeron ¡Salud!».
Y es que al parecer, la pasión por el bakery parece no tener límites. Y son excelentes noticias que gente tan preparada en otras áreas del saber humano lleguen a nuestra noble actividad para enriquecerla, para hacerla más compleja y por tanto para profesionalizarla.
En el caso de Briquè Bakery se da una mixtura muy interesante; dos destacados Ingenieros Industriales; Walter Moreno y Carlos Bugueño, se unieron y junto a nuestro querido asesor Luigi Riffo, de profesión Panadero y Pizzero, han creado esta exitosa bollería. En la reciente entrevista que les hicimos nos subrayaban la importancia de la capacitación técnica; «Cuando partimos con esta idea, sabíamos que otro pilar del modelo de negocio era capacitarnos y la escuela panadera a la que asistimos tenía la misma filosofía de lo que queríamos hacer. En uno de esos cursos, cuando estaba el maestro Josep Pascual, participó Luigi quien nos asesoró. Nos conocimos y la comunicación fue muy sencilla, ya que compartimos la misma visión de la nueva panadería que queremos proponer al país. Luego de unos meses entablamos una relación de asesoría».
Y para demostrar que no hay límites, revisemos finalmente el caso de Arlecchino Pizzas. Detrás de este exitoso proyecto gastronómico una familia, en concreto, una talentosa pareja que supo a partir de la nada, crear un concepto, un servicio y una carta de exquisitas pizzas que son preferidas por cientos de clientes cada semana. Gabriela Lacoste, periodista y Jorge Sapunar, ingeniero comercial son los artífices de Arlecchino Pizzas. Comenzaron este emprendimiento culinario, que ya es una empresa más que consolidada, en 2006. Gabriela nos contaba; «Nos pasó creo que es lo que les pasa a todos los que inician un negocio; visitas muy seguidas a la municipalidad hasta que pudimos abrir ese 19 de mayo del 2006, con una mano adelante y una mano atrás los dos. Sin ningún respaldo, con un perfil de muy microempresario, solo jóvenes y con las ganas de hacer bien las cosas. Con dos niños chicos… En ese momento yo trabajaba en El Mercurio y él tenía la inquietud de no ser un profesional apatronado. Partimos con una carta muy poco pretenciosa, diferente a la que tenemos ahora. Mi marido es descendiente italiano y por ahí nace el nombre. Su vida de niño se refleja ahí porque Arlequín (Arlecchino en italiano) es el personaje más popular de la Commedia dell’Arte, aparecida en Italia en el siglo XVI, pero cuyo origen tiene lugar en la Edad Media».
Periodistas, biólogos, ingenieros industriales, abogados, ingenieros comerciales. Son decenas y decenas de profesionales de otros rubros, que teniendo escondido en el corazón el amor por el bakery, han dado el paso hasta este mundo, haciendo de sus vidas un nuevo proyecto y sumando para que nuestro mercado se siga profesionalizando. ¡¡Mil gracias!!
Fuentes :
www.redbakery.cl/LaPetiteSweet www.redbakery.cl/OmertáPizza&Bar www.redbakery.cl/BriquèBakery www.redbakery.cl/ArlecchinoPizzas