En nuestro sector, un rubro caracterizado por la creatividad, la diversidad de productos y la cercanía con los consumidores, la disyuntiva entre colaborar o competir debe resolverse pronto.
Y no es solo una cuestión de índole filosófica, sino un pilar estratégico que puede definir el éxito o el estancamiento de sus actores. En este contexto, la asociatividad emerge como una herramienta esencial para potenciar el desarrollo de la industria en su conjunto. Hoy reflexionaremos acerca de la disyuntiva: Colaborar vs Competir.
Competencia: El motor tradicional
La competencia ha sido históricamente el motor del crecimiento en cualquier industria. En el rubro del Bakery, esto se traduce en innovación constante, mejoras en la calidad de los productos y estrategias de diferenciación para captar clientes. Sin embargo, la competencia desmedida puede generar efectos adversos: guerras de precios, pérdida de identidad de marca y un desgaste que afecta tanto a pequeños emprendedores como a grandes empresas. Además, esta dinámica puede llevar a una fragmentación del sector, donde los actores más pequeños enfrentan dificultades para sobrevivir frente a grandes corporaciones.
Colaboración: Un modelo emergente
Por otro lado, la colaboración permite aprovechar sinergias y construir una industria más robusta. En lugar de verse como rivales, los actores del Bakery pueden trabajar juntos para enfrentar desafíos comunes, como la escasez de materias primas, la capacitación de mano de obra especializada o la adopción de tecnologías sostenibles. Este enfoque no solo fortalece a las empresas individuales, sino que también eleva el estándar general del sector. En un mundo globalizado, donde las tendencias y los desafíos trascienden fronteras, la colaboración es una estrategia que puede garantizar la competitividad a largo plazo.
El rubro del Bakery tiene una oportunidad única de demostrar que la colaboración no solo es posible, sino también rentable.
La asociatividad como puente
El concepto de asociatividad en el Bakery implica crear redes de cooperación entre panaderías, pastelerías, proveedores y otros actores clave. Estas redes pueden tomar diversas formas: asociaciones gremiales, cooperativas de compra, iniciativas de marketing conjunto o incluso alianzas estratégicas para desarrollar nuevos productos.
En Chile, el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INAPI), lleva varios años promocionando el concepto colaborativo «Marca Colectiva» que así define en su web; «Las marcas colectivas son signos distintivos susceptibles de representación gráfica, que permiten distinguir la procedencia, el material, el modo de fabricación u otras características comunes de los bienes producidos por los miembros de una asociación, permitiendo diferenciar en el mercado los productos y servicios, de aquellos producidos o prestados por terceros y que no forman parte de dicha asociación o grupo».
Hay otros esfuerzos de gobierno que también ayudan en este esfuerzo, tales como; Indicación Geográfica, Denominación de Origen y Marca de Certificación, que pueden apoyar a pequeños productores a potenciar una identidad en la elaboración de sus productos de Bakery, mejorando colectivamente la realidad cercana y la movilidad de los mercados locales.
Ejemplos exitosos de asociatividad se observan también en países donde el sector ha logrado posicionarse como un referente global, gracias a la unión de esfuerzos. En estos casos, las asociaciones no solo benefician a las empresas participantes, sino que también generan un impacto positivo en las comunidades locales, al fomentar el empleo y preservar tradiciones culinarias.
En RedBakery vemos la asociatividad como un pilar fundamental, pues nuestra visión de empresa nace del relacionamiento. De conectar empresas del rubro con clientes, clientes entre sí e incluso empresas de distinto rubro. Nuestros eventos son ejemplos de actividades de relacionamiento, de asociatividad.
Beneficios concretos de la asociatividad
• Economías de escala: La compra conjunta de insumos o tecnología permite reducir costos y garantizar la calidad de las materias primas. Esto es especialmente relevante en un contexto de inflación y volatilidad económica.
• Innovación compartida: El intercambio de conocimientos y técnicas puede acelerar la adopción de tendencias globales. Por ejemplo, la implementación de productos sin gluten, veganos o con perfiles nutricionales específicos puede ser más efectiva cuando las empresas colaboran en investigación y desarrollo.
• Fortalecimiento del mercado local: Al promover el consumo de productos locales y artesanales, se fomenta una identidad cultural que conecta emocionalmente con los consumidores. Además, esta estrategia puede posicionar al sector como un baluarte de sostenibilidad y autenticidad frente a productos industrializados.
• Resiliencia frente a crisis: La unión de fuerzas hace más fácil superar desafíos como la inflación, la fluctuación de precios o los cambios en las preferencias del mercado. En tiempos de crisis, la colaboración puede marcar la diferencia entre la supervivencia y el cierre de negocios.
En un mundo globalizado, donde las tendencias y los desafíos trascienden fronteras, la colaboración es una estrategia que puede garantizar la competitividad a largo plazo.
¡Un llamado a la acción!
Para que la asociatividad sea efectiva, es fundamental cambiar la mentalidad predominante. En lugar de ver al vecino como un competidor, es necesario reconocerlo como un aliado potencial.
Esto requiere liderazgo, confianza mutua y una visión a largo plazo que priorice el bienestar colectivo sobre los beneficios individuales inmediatos. Además, es crucial contar con plataformas y organismos que faciliten estos procesos colaborativos, proporcionando espacios para el diálogo, la negociación y el diseño de estrategias conjuntas.
Al adoptar el concepto de asociatividad, la industria puede consolidarse como un ejemplo de cómo trabajar juntos eleva el nivel de todos. Porque al final del día, en el arte de hacer pan, pasteles, una pizza o un exquisito café, compartir es un verdadero ingrediente secreto del éxito. La pregunta no es si colaborar o competir, sino cómo equilibrar ambos enfoques para construir un futuro más prometedor para todos los involucrados.
Les agradezco un año de relacionamiento y el vivir con nosotros en RedBakery el sentido de profundizar la profesionalización de nuestro rubro. Nos encontramos nuevamente en el 2025, deseándoles un excelente nuevo año, repleto de éxitos y alegrías.
Fuentes:
International Labour Organization
INAPI Chile
Organización sCielo