1.300 millones de toneladas de alimentos son desechados cada año en el mundo según la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y Chile no se queda atrás en las métricas, ya que según estudios se pierden alrededor de 140 toneladas al año tan sólo en arroz.
Este panorama, ha logrado que varios entes se reúnan tanto del sector civil y privado para formar un Comité Nacional para la Prevención y Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en Chile, incorporándose al proyecto el INIA (Instituto de Investigaciones Agropecuarias) y también trabajando de la mano con asesoría internacional para acabar con esta problemática alimentaria.
El Comité, se encuentra conformado por la ODEPA (Oficina de Estudios y Políticas Agrarias) del Ministerio de Agricultura, el INIA, ACHIPIA (Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria), MMA (Ministerio del Ambiente), la Corporación Red de Alimentos, la Organización Cadenas de Valor Sustentables (CAV S), la Universidad de Santiago de Chile (USACH) y la FAO que representa la secretaría técnica.
El primer encuentro del comité, tuvo como finalidad conocer la hoja de ruta para el período 2018 – 2019, destacando dentro del plan la aplicación de investigación, tecnología y conocimiento, siendo el INIA el de mayor aporte en estos sectores.
El objetivo será crear unos parámetros nacionales en el Plan de Descontaminación (PDA), que permita la sustentabilidad y lograr medir y gestionar las hortalizas y frutas perdidas en la producción chilena, además organizar temas científicos académicos en dichas temáticas.
Al hablar del nivel agroindustrial, Chile genera alrededor de 4,6 millones de toneladas de residuos sólidos por año, y según un estudio de la Universidad de Talca en el 2011 con respecto a desperdicios, los entrevistados desperdiciaban comida de manera regular.
“El problema alcanza a toda la cadena agroalimentaria, desde la producción hasta los hogares, y se traducen en un costo económico, social y ambiental. Por eso, es necesario actuar en conjunto fortaleciendo el sistema alimentario, promover marcos institucionales, políticas coherentes y leyes para armonizar los esfuerzos en América Latina y el Caribe”, argumentó Eve Crowley, representante de la FAO en Chile.
Y en lo que respecta a la seguridad alimentaria, en Chile existen aún problemas de acceso a alimentos saludables, muy notorio en los elevados índices de obesidad que sostiene el país, y según las estadísticas un 3,7% de personas están dentro del grupo de inseguridad alimentaria severa.
Cifras que alertan a la población y sobre todo a los entes responsables de velar por un país más sustentable y con una seguridad alimentaria, ya que según la FAO considera que es de gran importancia, unir a los países miembros para realizar acciones en cuanto a los desperdicios y pérdidas de alimentos, y así lograr una mejor nutrición y velar por la seguridad alimentaria.
Esta unión para combatir el desperdicio de alimentos en el país, busca además compartir información con la población, ya que se requiere el compromiso de todos, especialmente de los entes encargados en recopilar información de estudios que expliquen por qué se desperdicia alimentos y las tecnologías existentes para evitar las pérdidas.
Nuevos aciertos en materia de preservar la seguridad alimentaria nacional, combatiendo una problemática que no sólo concierne a los entes reguladores, sino también invita a la industria de alimentos a buscar opciones sustentables y tecnológicas, para evitar así el desperdicio de toneladas de materia prima y alimentos procesados.
Fuentes :
www.diarioelheraldo.cl www.foodnewslatam.com www.