Decisión de Emprender: Un Salto de Fe

La apertura de una pastelería, panadería, pizzería, sandwichería o cafetería no solo implica retos económicos, sino también desafíos profundamente emocionales a veces complejos a enfrentar.

El temor al fracaso es uno de los principales obstáculos que enfrentan los emprendedores en el sector Bakery. Desde la perspectiva de la comunicación social y el coaching, es fundamental reconocer que el miedo, el desasosiego, es una emoción inherente al ser humano, pero no debe ser un impedimento para avanzar. La clave radica en transformarlo en una herramienta que impulse la acción y fomente el crecimiento.

«Para superar tus miedos, es importante establecer metas y objetivos claros. Define qué es lo que quieres lograr y traza un plan de acción para alcanzarlo. Establece hitos y celebra tus logros a lo largo del camino. Mantén tu enfoque en tus metas y no permitas que el miedo te detenga», subraya la motivadora deportiva Raquel Arranz y estoy totalmente de acuerdo con su visión, la cual por supuesto es aplicable a diversos desafíos, incluyendo la implementación de un negocio en el rubro del Bakery.

Un emprendedor que busca superar sus miedos debe comenzar por una autoevaluación honesta: identificar qué aspectos generan más inseguridad; cuestiones financieras, asuntos operativos o temas creativos, y trabajar sobre ellos. Un coaching orientado al emprendimiento generalmente podría solicitar al emprendedor el desglosar los grandes desafíos en pasos más pequeños y manejables, lo que permite reducir la ansiedad y mejorar la confianza en el proceso. A menudo, los miedos se alimentan de la falta de conocimiento o de experiencia; por ello, la formación continua y el acceso a redes de apoyo o mentores son esenciales en la ruta hacia el éxito.

Otro punto central es la comunicación. Compartir las dudas y emociones con colegas, colaboradores o incluso en espacios de mentorías, que permite poner en perspectiva esos miedos, desdramatizarlos y buscar soluciones conjuntas. En el sector bakery, donde la competencia puede ser feroz y la creatividad es esencial, es natural temer no estar a la altura. Sin embargo, debemos concordar que cada negocio es único y tiene su propio camino; compararse excesivamente con otros solo refuerza la inseguridad.

Cuando digo que cada negocio es único y tiene su propio camino, me refiero a que, aunque dos panaderías o cafeterías puedan ofrecer productos similares, su éxito no dependerá únicamente de lo que vendan, sino de una serie de factores únicos e irrepetibles. Estos incluyen la visión personal del emprendedor, el contexto en el que se desarrolla el negocio, los valores que transmite, y la relación que establece con su comunidad. Cada empresa se construye sobre bases distintas, desde las motivaciones del fundador hasta la cultura organizacional que se establece, pasando por el estilo de gestión y la manera de abordar los retos.

Compararse con otros, si bien puede servir de inspiración, a menudo conduce a una trampa mental: la inseguridad. El emprendedor empieza a enfocarse en lo que otros están haciendo y pierde de vista sus propios avances y fortalezas. Es común ver ejemplos de éxito en redes sociales o en medios de comunicación y sentir que no se está haciendo lo suficiente, pero esos casos no reflejan las dificultades que los demás han enfrentado ni las particularidades que los llevaron al éxito.

Desde un enfoque de coaching, lo ideal es que cada emprendedor reconozca el valor único de su negocio. Esto implica respetar su propio ritmo de crecimiento, que no siempre será lineal ni comparable con el de otros. Un emprendedor que se compara constantemente con la competencia suele desmotivarse cuando percibe que no está alcanzando ciertos estándares, lo que alimenta la inseguridad y mina la confianza en su proyecto. Este proceso mental puede ser perjudicial, ya que desvía la atención de los aspectos fundamentales del negocio y enfoca la energía en la comparación.

En vez de fijarse en cómo otros avanzan, es más saludable celebrar los pequeños logros propios, analizar lo que está funcionando bien y ajustar lo que necesita mejoras, sin caer en la tentación de copiar o imitar lo que otros hacen. Esto no significa ignorar completamente la competencia, sino no hacer que el negocio dependa de los movimientos de otros, sino de la autenticidad y el valor diferencial que cada emprendedor aporta.

Daniel Colombo, coach ejecutivo y speaker de motivación y liderazgo dice; «Cada persona tiene una gran fortaleza interna para atravesar los desafíos y conseguir prácticamente todo lo que se propone, te convierte en un ser íntegro, profundo, conectado contigo y con la auto confianza que nace de la certeza de que sí podrás con lo que se presente. Herramientas: toma consciencia de puntos de referencia en la historia de tu vida donde creías que estabas al límite de tus fuerzas y sin embargo, lo hiciste. Nutrirte de experiencias de otras personas que han dado saltos de fe: conoce cómo lo hicieron, qué los llevó, y cómo se sintieron antes y después».

Finalmente, un enfoque positivo y proactivo ayuda a cambiar la narrativa personal: en lugar de enfocarse en las posibles caídas, el emprendedor debe visualizar sus logros potenciales y su capacidad de resiliencia. Aprender a ver los errores como oportunidades de aprendizaje y no como fracasos es un pilar fundamental para avanzar con confianza en un sector tan dinámico como el Bakery.

Fuentes:
Daniel Colombo
Blog Arranz

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