Es un proceso inflamatorio desatado por el gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena, que afecta a personas genéticamente predispuestas.
En la universidad tenía una compañera de carrera llamada Beatriz. Para ella la hora de almorzar y cenar siempre fue un reto angustiante. A sus 23 años, seguía levantándose cada mañana para prepararse su almuerzo en un táper. No podía acompañarnos a una pizzería o a una sandwichería, y aunque en algunos sitios podía comer, desconfiaba de lo que le sirvieran. El único lugar que le generaba confianza estaba a cinco kilómetros de su casa, pero por diversas razones, no podía permitirse ir allí todos los días.
Beatriz tiene enfermedad celíaca. Como ella, muchas personas experimentan problemas de autoexclusión social debido a la estricta dieta sin gluten que deben seguir por su enfermedad. La celiaquía es una afección del sistema inmunológico en la que el consumo de gluten daña el intestino delgado. Este trastorno inflamatorio puede afectar distintos órganos, aunque la mayor afección ocurre en la mucosa del intestino delgado.
¿Cuántas personas padecen intolerancia al gluten?
El proceso inflamatorio es desencadenado por el gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena, y afecta a personas genéticamente predispuestas. En Sudamérica, la prevalencia oscila entre el 0,4% y el 0,6% de la población, mientras que en Europa llega al 1%. Además, se presenta con el doble de frecuencia en mujeres que en hombres.
Aunque suele diagnosticarse en la infancia, también puede aparecer en la edad adulta. En España, la incidencia en niños es del 0,71%, mientras que en adultos asciende al 3,57%. La frecuencia de esta enfermedad varía según el sexo, la edad y la ubicación geográfica. Estas diferencias pueden explicarse por factores genéticos y ambientales, como el consumo de trigo, la edad de introducción del gluten en la dieta, la lactancia materna, las infecciones gastrointestinales y el uso de antibióticos.
Las dificultades de convivir con la celiaquía
La celiaquía es una condición de por vida, que implica seguir una dieta libre de gluten de manera permanente. Un estudio reciente en España sobre la calidad de vida de personas con celiaquía demostró que, cuanto más tiempo se mantiene la dieta sin gluten, mayor es la percepción de bienestar.
Sin embargo, mantener esta dieta puede ser complicado. La falta de etiquetado claro de los productos sin gluten y su alto costo dificulta la adherencia a la dieta. Esto genera que muchas personas celíacas perciban la enfermedad como una experiencia negativa, resultado de las múltiples situaciones complicadas que enfrentan al tratar de seguir su dieta.
El auge de las dietas sin gluten
Inicialmente, la dieta libre de gluten surgió como un tratamiento para la celiaquía. Sin embargo, su popularidad ha crecido rápidamente entre personas sin diagnóstico médico. Cada vez más gente adopta esta dieta por moda o por la creencia de que es más saludable. También se asocia con la pérdida de peso o con la prevención de enfermedades gastrointestinales.
La industria alimentaria ha aprovechado esta tendencia, ofreciendo una mayor variedad de productos sin gluten, especialmente en los países desarrollados. El etiquetado “libre de gluten” se ha convertido en un factor clave para muchos consumidores al momento de elegir alimentos, y los supermercados ofrecen una amplia gama de productos libres de esta proteína. Incluso han surgido libros de recetas especialmente diseñados para estas dietas.
¿Son más saludables los productos sin gluten?
A pesar de su popularidad, los productos sin gluten no son necesariamente más saludables. Para simular las propiedades que el gluten confiere a los productos de panadería y repostería, se suele recurrir a la adición de grasas saturadas y azúcares. Esto puede dar lugar a alimentos con alta densidad energética, lo que incrementa el riesgo de sobrepeso, obesidad y problemas metabólicos asociados.
Para las personas con celiaquía, también existe un fuerte componente de aislamiento social, dificultando su participación en celebraciones, comidas familiares o eventos religiosos. Asimismo, la dieta puede ser una preocupación constante, especialmente para los padres, ya que el gluten puede esconderse en salsas, aderezos y otros alimentos difíciles de identificar.
Impacto emocional y necesidad de apoyo
Es fundamental valorar el impacto emocional que la celiaquía tiene sobre quienes la padecen y sus familias. La investigación sobre este fenómeno ayudaría a diseñar mejores intervenciones. Nuevas formas de apoyo socio sanitario podrían complementar las actuales para brindar una respuesta más integral a las necesidades de las personas afectadas por esta enfermedad.
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Fuentes:
Online Library
Science Direct
Wignet