En estos tiempos en que se busca con mayor pasión el componente natural en lo consumido, encontrar helados fabricados con nieve, el insumo natural por excelencia. En Chile su cultor, por antonomasia, es Alex Roco.
Dejando de lado los primeros helados creados en China haca ya 4.000 años, la heladería moderna comenzó en 1660, cuando el italiano Francesco Procopio dei Coltelli, cocinero siciliano, concibió una máquina que mezclaba hielo, frutas y azúcar, obteniendo una crema helada, muy similar al helado que se consume hoy. Procopio abrió el ‘Café Procope’ y popularizó rápidamente su helado cremoso.
Pero volvamos a la actualidad y a Chile y hablemos de Alex Roco. El pertenece a la tercera generación de una familia que fabrica helados artesanales de nieve. Estos últimos años se ha dedicado en cuerpo y alma a esta tradicional receta que solamente se practica en Alto Vilches, pequeña localidad de 2.000 habitantes ubicada en la comuna de San Clemente, provincia de Talca, en Chile.
La nieve se recolecta, se reúne en un recipiente con capacidad de 40 litros y allí Alex comienza una faena de paciencia y fuerza para batir y mezclar hasta alcanzar la textura cremosa adecuada con la cual hace los helados. El resultado de sus esfuerzos se comercializa hoy en algunos eventos y ferias del Maule y otras regiones del país donde es invitado.
Señala el portal noticioso de Radio Bío Bío; «La nieve la adquieren desde Cuesta Los Cóndores o desde Laguna del Maule, cerca del paso fronterizo a Argentina, en la Cordillera de los Andes. Debido a lo difícil y sacrificado que se hacía subir a buscar esta materia prima, su abuelo adoptó el método de conservar la nieve enterrada en hoyos de 1,5 a 2 metros de profundidad. El hielo se deposita a granel cubierto por sacos y luego es tapada con una capa de tierra compacta: el proceso permite que la nieve se conserve por uno o dos meses. La preparación se realiza en un barril de roble reforzado con anillos metálicos que en su interior contiene un recipiente de cobre. En éste se mezcla agua de vertientes, azúcar, plátano molido y canela cocida; mientras que la barrica más grande recibe hielo, la nieve y sal de mar, los que sirven para que el producto cuaje. Luego de batir la mezcla durante horas, se obtiene el ancestral alimento congelado. Tras esto, el helado se traslada a un barril de acero inoxidable que conservará por mayor tiempo su consistencia y sabor”.
No cuenta con un local para el expendio de sus helados, pero eso no le impide estar presente en los grandes encuentros comunales y regionales, como en el reciente “Chancho Muerto 2018”, una bella fiesta costumbrista que se realiza todos los años en la ciudad de Talca desde hace ya 10 años. Allí, en la esquina de la Catedral de Talca sirvió entre el 1° y el 12 de agosto centenares de postres, sus Helados de Nieve Roco, con su hijo de ayudante, tratando así de alargar en el tiempo esta tradición heladera distintiva y diferente.
Helados de Nieve Roco una tradición de tres generaciones que comenzó Moisés Roco, seguida por el padre de Alex, Nibaldo Roco con elaboración 100% artesanal. ¿El sueño de Alex?; contar con un local propio en Talca para que grandes y pequeños disfruten de esta tradición clásica de la precordillera del sur de Chile, que data desde los tiempos de La Colonia.
Fuentes :
www.facebook.com/HeladosAlexRoco www.biobiochile.cl www.chanchomuerto.cl