La Nueva Revolución Francesa de la Panadería

¿Imaginan una Panadería exitosa donde no hay jefes, donde todos tienen el mismo salario y sin embargo cada año se hacen más exitosos y marcan tendencia de gestión mundial? Tomamos imaginariamente pasajes a Francia para revisar esta interesante situación.

Hace 5 años nace en la capital de Francia la Panadería La Conquête du Pain en la comuna de Montreuil, antiguo feudo aledaño a la ciudad de París. En el 2013 ocurrió un hecho significativo; varios emprendedores ácratas resolvieron pasar de la teoría a la práctica y experimentar con un negocio cuyo corazón es la autogestión. Como nombre para la panadería escogieron este nombre como un un guiño a la homónima obra del escritor Piotr Kropotkine, destacado político y filósofo. Y para subrayar aún más su sentido anárquico, como logotipo, una silueta extraída del célebre cuadro que actualmente se expone en el Louvre, «La Libertad Guiando Al Pueblo», de Eugène Delacroix, en la que el personaje del lienzo cambia su bandera y su fusil por una barra de harina y cereal.

Pero esto, la verdad es lo menos importante. Lo significativo es su manera de gestionarse. Así lo detalla la agencia EFE: “La Conquête du Pain es un comercio de barrio donde 10 personas se dedican a elaborar baguettes, cruasanes y bollos de chocolate, un establecimiento de esquina no muy diferente, a priori, de las otras 35.000 panaderías esparcidas por el territorio galo. Sin embargo, es la única «boulangerie» anarquista del área de la capital de Francia, país donde el pan, el queso y el vino, forman parte del imaginario colectivo con el que se identifica la nación de la Torre Eiffel. «Somos una panadería autogestionada. Aquí no hay jefes, funcionamos de manera asociada y celebramos una asamblea cada dos semanas donde decidimos lo que vamos a hacer. Todos tenemos el mismo salario de 1.350 euros al mes (unos 1.780 dólares) y el mismo reparto de beneficios», explica Pierre Pawin, impulsor de esta peculiar cooperativa».

Una de las iniciativas que se han destacado desde sus inicios, es el apoyo a las comunidades donde está inserta la panadería; la entrega gratuita de pan.

En Chile hay experiencias similares respecto a este último punto, como detalla el Portal Noticioso EMOL; «Al igual que la versión francesa, pero sin necesariamente adherir a esa filosofía política, existen 4 panaderías en nuestro país que donan pan a las personas que no tienen cómo pagarlo y, por lo mismo, han causado gran revuelo en sus barrios. Cada una a su forma, optaron por replicar esta iniciativa francesa e instalar un mueble con bolsas de pan afuera del local para que la gente saque y otros regularmente cocinan pan de forma gratuita a fundaciones que lo requieran».

En estos primeros años estos empresarios no han repartido dividendos y dedican los beneficios a devolver los préstamos, a aligerar la jornada laboral y a financiar nuevas contrataciones. Lejos de ideales utópicos aspiran a que su negocio se mantenga bajo esa fórmula solidaria de repartición de lo ganado y a poder seguir creando empleos; «¿Creer que vamos a cambiar la sociedad gracias a la autogestión? Sería como pensar que vamos a cambiar el mundo con una bicicleta», señala Pierre Pawin, impulsor de esta peculiar cooperativa.

El modelo de gestión es muy original, vasto y ambicioso. También refleja algunas deficiencias que tenemos dificultades que han debido superararse, pero, todo el equipo se moviliza para alcanzar estos objetivos lo más rápido posible. En nuestra opinión, quizá este sea el futuro de la cooperativa, pero también la credibilidad del modelo de autogestión que sin duda puede ayudar y mucho a los pequeños y medianos emprendedores del bakery.


Fuentes :
www.emol.com www.laconquetedupain.fr www.acracia.org www.m.eltiempo.com