Es una tendencia muy emergente, pero que a la luz de nuestras actuales condiciones climáticas y la necesidad de optimizar el uso del agua tiene mucho sentido.
El cultivo de cerezas manifiesta sus primeros síntomas de baja en Chile. Esta inclinación no será instantánea, pero ciertamente el cultivo del avellano europeo se podría transformar en la nueva tendencia productora en la zona centro y centro sur. Algunos catastros frutícolas ya mencionan el crecimiento de este fruto seco. Las razones de esta migración son conocidas y muy validadas; la avellana consume menos agua, tolera suelos de menor calidad, necesita menos mano de obra y su cosecha es más tardía y el precio, es atractivo.
Revisemos algunas cifras macroeconómicas. En cuanto a los frutos secos, actualmente el principal producto exportado de Chile es la nuez sin cáscara. «El segundo producto que destaca en valor de exportaciones es la avellana sin cáscara, con envíos por un total de 2.235 toneladas y USD 7 millones FOB, representando 30% del total de exportaciones de frutos secos del período. Los principales destinos fueron Italia (62%) y Polonia (19%). Y en tercer lugar se ubica la almendra sin cáscara, registrando ventas por 973 toneladas, y USD 6,23 millones FOB, representando 15% del total de envíos de frutos secos, con destino principalmente Argentina (45%), Rusia (15%) y Ecuador (11%)», subraya el portal de gobierno ODEPA (Oficina de Estudios y Políticas Agrarias) en el Boletín de Fruta en su edición de mayo del 2022.
El interés por el cultivo de avellano europeo se demuestra específicamente con el aumento de la superficie establecida a nivel nacional que superaba las 19 mil hectáreas plantadas en el año 2018. Y la producción está al alza en nuestro país; la mayoría de los huertos se encuentran aún en fase de formación, que finaliza al quinto año, y un menor porcentaje en etapa de producción, no alcanzando aún su máximo nivel productivo. Ello se logra a partir del noveno a décimo año de instituido el cultivo, e incluso en años ulteriores, esto dependiendo de la zona agroecológica y nivel de tecnología utilizada.
La posibilidad de producir avellanas de alta calidad y producciones económicamente admisibles depende del entorno donde se ubica la plantación, conformado tanto por clima y suelo. Cuando dichos factores presentan condiciones favorables para la especie, los árboles pueden expresar su potencial óptimo o capacidad productiva. En el pasado reciente en Chile, en los primeros huertos de avellano europeo, por falta de información se consideraron principalmente factores externos a las condiciones edafoclimáticas de los sitios de plantación, como servicios, industrias, poderes compradores, entre otras causas. En muchos casos esto incidió en el establecimiento de variedades, con sus respectivos polinizadores, con técnicas de manejo poco adecuadas para dichas condiciones agroecológicas.
Desde hace ya varios años se realizan diversos estudios elaborados por el Centro Regional de Investigación INIA Carillanca (comuna de Vilcún, Región de La Araucanía) e INIA Quilamapu (comuna de Chillán, Región del Bíobío y Ñuble), además de información proveniente de productores de avellanas europeas en nuestro país.
“El principal comprador de avellana europea de Chile y el mundo es Ferrero Rocher, que es una empresa inmensa que maneja los precios del avellano en el mundo, en el caso de Chile, ellos compran el 90 por ciento de lo que se produce en Chile, con un precio muy bueno para el vendedor, porque no quieren tener competencia dentro de Chile, cosa que al día de hoy están logrando”, manifestó Daniel Undurraga (Secretario del Comité del Avellano Europeo) Asimismo la inversión desplegada por Ferrero en Chile es significativa de acuerdo a lo explicado por el vocero del Comité del Avellano Europeo: “han aumentado la capacidad de secado y descascarado, lo que da la señal de que quieren más avellanas de nuestro país en el futuro, a través de la potenciación de su procesamiento”.
Fuentes :
www.redagricola.com www.latribuna.cl www.odepa.gob.cl