En días recientes, el Congreso de Chile aprobó un proyecto de ley que pospone una de las etapas de la implementación de la normativa sobre plásticos de un solo uso y productos desechables.
La ley N°21.368, promulgada en agosto de 2021, busca proteger el medio ambiente y reducir la generación de desechos. Esta legislación se presenta en un momento crucial, donde la contaminación global por residuos tiene impactos significativos, exacerbando la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la polución en los océanos. Con la plena aplicación de esta ley, se espera evitar la generación anual de más de 23 mil toneladas de plásticos de un solo uso y productos desechables en establecimientos de venta de alimentos.
Ante la ausencia del reglamento que debió ser emitido por el Ministerio del Medio Ambiente en febrero de 2023, un pequeño grupo de los regulados ha argumentado que existe incertidumbre jurídica, por lo que consideran necesario aplazar la entrada en vigor de la ley. Finalmente fue aprobado este aplazamiento. Así lo consigna el diario digital La Tercera: «Este lunes se publicó en el Diario Oficial el decreto que atrasa de tres a cuatro años y medio la puesta en marcha de la última etapa de la Ley 21.368 a partir de su publicación en febrero de 2022. Entre las principales razones está la demora por parte del Ministerio del Medio Ambiente en la creación del reglamento que prohibiría plásticos y botellas en restaurantes, cafeterías y fuentes de soda».
Aunque este argumento puede parecer razonable, en realidad, beneficia principalmente a las cadenas de comida rápida y a aquellos establecimientos de alimentos que no han hecho esfuerzos por adaptar sus modelos a una ley que está próxima a cumplir tres años. Además, sienta un mal precedente, ya que ignora los esfuerzos realizados por la mayoría de los locales de venta de alimentos para cumplir con las exigencias de esta ordenanza.
«Es una oportunidad para cambiar los hábitos y para que las empresas se adecúen a lo que expresa esta ley», señaló recientemente Maisa Rojas, Ministra del Medio Ambiente de Chile con respecto a la postergación de esta etapa de la normativa, que algunas organizaciones pro ambientales indican que favorece al rubro de la restauración de un modo no adecuado, permitiendo postergar la implementación de la misma. “Es inaceptable que se haya postergado la obligación de prohibir la entrega de desechables para el consumo dentro de los locales de comida, sobre todo porque esta disposición no está sujeta a ningún reglamento”, formuló a la versión digital del Diario La Tercera el director de las campañas de contaminación de Oceana, Cristóbal Correa.
La académica de la Facultad de Ciencias Ambientales, Patricia González Sánchez, considera que la ley ha sido una buena medida que ha ido emplazando poco a poco la idea de la reducción del uso de plásticos en la población; “La gente reconoce que ya no se puede utilizar una bombilla o cubiertos plásticos de un solo uso, los negocios han incorporado cada vez más los envases retornables, muchos servicios de café (para eventos) ya no están usando elementos desechables. En general, veo que esto se ha instalado en distintos sectores de la sociedad, no solo en las personas que trabajan en el tema ambiental”. Sin embargo, cree que hay falencias en torno al reciclaje del plástico, partiendo por las personas. “El reciclaje no se está haciendo bien y eso se ve en los puntos limpios. Es un problema cultural”, sugiere.
Según el cronograma original, a partir del 13 de agosto, los establecimientos de expendio de alimentos deberían haber comenzado a utilizar productos reutilizables para el consumo dentro de sus locales, y materiales valorizables distintos del plástico, o plásticos certificados, para el consumo fuera del local y en repartos. Esta medida también se habría implementado en los locales de venta de comida ubicados en servicios públicos.
Sin embargo, esta última fase ha estado marcada por dudas desde la industria gastronómica, proveedores de envases desechables y cadenas de comida rápida sobre la viabilidad de la norma. Además, la falta del reglamento previsto en la ley, que debía estar listo para febrero de 2023, ha generado incertidumbre. Este reglamento debía especificar los requisitos para los plásticos certificados y el porcentaje de plástico reciclado que deben contener las botellas de bebidas.
Por lo tanto, estas medidas serán exigibles a partir del 13 de febrero de 2026
Fuentes:
El Mostrador
La Tercera
Radio Duna