Food Defense: Relevante en la Industria Alimentaria

Son estrategias y medidas implementadas para proteger la cadena de suministro de alimentos de actos intencionales de sabotaje, contaminación o adulteración con fines maliciosos.

Una de las fuentes consultadas para este reporte relatan los inicios de este concepto; «El término «Food Defense» nace en Estados Unidos tras el atentado del 11 de septiembre de 2001. En aquel momento la Administración Norteamericana estudió todo tipo de posibles amenazas terroristas, y detectó que el sector agroalimentario era uno de los más vulnerables, ya que por su naturaleza y características es posible producir mucho daño con poco esfuerzo». Luego el término es adoptado por la USDA (Departamento de Agricultura) y posteriormente por la FDA (Administración de Fármacos y Agricultura de los Estados Unidos (Food and Drug Administration) dando inicio a su estudio y a una hipotética implementación a nivel global.

A diferencia de la seguridad alimentaria, que se enfoca en prevenir contaminaciones accidentales, el Food Defense se centra en proteger los alimentos de amenazas deliberadas, como sabotaje o manipulación de productos para causar daño a los consumidores y/o a la empresa productora. Desgraciadamente hoy no es una situación que pueda ser descartada. De hecho grandes empresas en Chile tienen desde hace mucho los protocolos activados.

Las principales acciones dentro del Food Defense incluyen:

Evaluación de riesgos: Identificación de puntos vulnerables en la cadena de suministro donde podrían ocurrir actos maliciosos.

Prevención: Implementación de medidas de seguridad física, como controles de acceso a instalaciones, monitoreo de empleados y proveedores, y el uso de tecnologías para detectar contaminaciones.

Planificación de respuesta: Desarrollo de protocolos para reaccionar ante incidentes de sabotaje o adulteración, incluyendo retiro de productos y comunicación con las autoridades.

Capacitación: Formación de personal en la identificación de comportamientos sospechosos y en la aplicación de medidas de seguridad.

Esta situación es motivo de acciones concretas en otras latitudes del planeta a pesar que su ejecución no es obligada por normativas legales en muchos países: «Debido a la no obligatoriedad de implantar Food Defense en Europa, muchas empresas siguen comercializando sus productos rigiendo la calidad por la normativa tradicional, mientras que otras más concienciadas, conocedoras del riesgo que esto supone deciden integrar un valor añadido a sus organizaciones estableciendo un Programa de Food Defense», señala el portal Controla Plus.

El Food Defense se ha vuelto especialmente relevante en industrias de alto riesgo, como la producción de alimentos y bebidas, donde un solo incidente puede tener repercusiones graves tanto para la salud pública como para la reputación de la empresa.

Fuentes:
U.S. Food & Drug Administration
Eeiga
Controla Plus

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