Chile se ha posicionado como uno de los tres mayores consumidores de café en América Latina, solo superado por Brasil y Colombia, dos de los principales productores del mundo.
Según cifras de 2023, el consumo per cápita en el país alcanzó las 0,4 tazas diarias por persona, una cifra que ha mostrado un crecimiento constante gracias al desarrollo de la cultura cafetera local. No obstante, los consumidores nacionales comienzan a sentir el impacto de las alzas globales en el precio del café. Las condiciones meteorológicas extremas que han afectado a Brasil y Vietnam, dos de los mayores productores mundiales, han sido el detonante de este fenómeno. El precio del café arábica alcanzó los 4,25 dólares por libra hace unos días atrás, confirmando un récord histórico en las últimas semanas.
El alza de precios pone a nuestro mercado, el cual ha evolucionado en los últimos años con la proliferación de cafeterías de especialidad, nuevas marcas locales y un interés por la calidad del grano y su origen. A pesar del contexto adverso, los consumidores parecen decididos a mantener su amor por el café.
El 60% del café mundial lo producen unos 12,5 millones de personas que trabajan en plantaciones de poco más de 20 hectáreas —y la mayoría mucho más pequeñas—, según World Coffee Research, organización sin fines de lucro que promueve prácticas agrícolas sostenibles. Expertos de la industria no descartan nuevos aumentos si las condiciones climáticas siguen afectando las cosechas en los países productores. “Los antiguos métodos de producción han mermado la salud y la fertilidad del suelo, y no permiten resistir el cambio climático. A precios más altos es adonde tenemos que ir, precios que permitan a estos agricultores invertir en el futuro del café”, expuso Amanda Archila, directora ejecutiva de Fairtrade America, una organización sin fines de lucro con sede en Washington (USA), que certifica a los que las cumplen y los conecta con los mercados mundiales a precios mínimos garantizados y establece regulaciones medioambientales y sociales para los productores de café.
De acuerdo a medios especializados «El año pasado, la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, advirtió que más de la mitad del territorio brasileño sufrió la peor sequía en cinco décadas, lo que ha agravado la crisis en la producción cafetera». Las consecuencias de esas condiciones todavía se verán este 2025 y, a finales del mes pasado, la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) de Brasil proyectó una reducción en la producción de café arábica en ese país, atribuida principalmente a factores climáticos adversos y al ciclo de bienalidad negativa. De acuerdo con su informe más reciente, la cosecha de esta variedad alcanzará los 34,68 millones de sacos, lo que representa una caída del 12,4% en comparación con 2024. Y en cuanto al consumo en aquel país se destaca que el brasileño promedio bebió un 2,2% menos de café durante el año pasado, según una asociación del sector.
Y hay más señales que debemos considerar… Yannis Apostolopoulos, director ejecutivo de la Specialty Coffee Association, señaló en una entrevista con Food & Wine que, además del impacto del cambio climático, factores como la presión económica y la incertidumbre geopolítica también influyen en el precio del café.
En enero pasado, el presidente Trump amenazó con aplicar un arancel del 25 % a los productos de origen colombiano, como parte de una estrategia para obligar al país a aceptar refugiados y deportados dentro de sus fronteras. Si bien esta medida no afectaría de inmediato a los caficultores, encarecería el producto para los consumidores, lo que podría llevar a una disminución en el consumo como respuesta al aumento de precios.
Mientras tanto, el desafío para los productores y vendedores chilenos será adaptarse a este escenario, buscando alternativas que mantengan la oferta y calidad, sin desincentivar el consumo de esta bebida que ya es parte del día a día de los chilenos. «El alza en los precios del café podría encarecer en «hasta un 25% el producto en Chile», estimó el académico de la UAI, Ricardo Úbeda. Empresas como Nestlé, Juan Valdéz y Starbucks a nivel global ya anticiparon ajustes a sus estrategias», detalla en una reciente nota el Diario Financiero, portal especializado en economía.
Fuentes:
Diario Financiero
En La Hora
La República
