¿Qué te hace ser un buen, o buena Panadera o Pastelera?

Porque es probable que la mecanización – automatización del rubro aleje cada vez más a las manos humanas del proceso de elaborar pan. ¿Qué seguirá haciendo la gran diferencia?

Ya hablaré en otra oportunidad acerca de la robotización de la industria del Bakery, porque hay varias aristas interesantes de analizar. Por ahora me centraré en el oficio: ser un buen, o buena panadera o pastelera va mucho más allá de respetar una receta al pie de la letra. Es ser un profesional, con diversas sensibilidades; la capacidad para entender lo vivo de una masa, la paciencia para esperar los tiempos que la fermentación exige, y la creatividad para transformar ingredientes sencillos en piezas horneadas que despiertan sonrisas y memorias. Hay allí todo un proceso que debe ser protegido.

Poseer una buena técnica es primordial, sin embargo este oficio, que sin duda está en la base de toda civilización humana, requiere manos firmes pero de un corazón abierto. El conocimiento de harinas, levaduras, temperaturas y texturas, entre decenas de otros factores, es lo que construye el fundamento del oficio y potencia la profesionalización de esta industria que queremos tanto, pero lo que realmente hace la diferencia es el amor por lo que se hace y el respeto por cada etapa del proceso.

¿Qué otras señales son indispensables de atender? levantarse temprano, no solamente porque el horno llama, sino porque se entiende que el trabajo del “obrador” como llaman en España, acompaña el inicio del día de cientos de personas. Ese trabajo elabora productos que nutren, reconfortan, celebran y consuelan. Hay en esta labor algo profundamente noble en ofrecer un alimento que muchas veces también es un gesto de cariño.

Y acá, en este punto del poner “amor a lo que se amasa” le daré a esta reflexión un enfoque de género; He conversado con cientos de emprendedoras y hay un nexo en común entre las más exitosas; además de ser talentosa en este oficio, se debe estar siempre aprendiendo. Escuchar al cliente, observar las tendencias, conocer ingredientes nuevos, pero también rescatar las preparaciones tradicionales. Destacarse hoy implica adaptarse, innovar, y al mismo tiempo, ser guardiana de una herencia cultural.

Y hay algo más. En un rubro en que subsisten los estereotipos, es un acto de ímpetu y alegría ejercer esta linda profesión con identidad propia. Como mujeres tenemos una manera exclusiva de imprimirle vida al pan y dulzura al pastel. Nuestra intuición, nuestra mirada estética, nuestro compromiso con el detalle y el bienestar de quienes nos rodean, también forman parte del resultado.

Hace unos años atrás, en RedBakery escribíamos acerca de las claves para tener una «panadería exitosa» dejaré el link abajo para que, quién quiera revisarlo en detalle, pueda hacerlo. En esta reflexión personal, sin embargo, destacaré lo siguiente: “Uno de los primeros requerimientos; contar con una potente red de amigos y familiares». ¿Qué es esto? El Portal Internacional de Negocios BPlans, destaca que; «abrir un negocio requiere mucho tiempo. El tiempo dedicado a hornear es solo la mitad del compromiso. Deberás comercializar tu empresa, tomar pedidos, ayudar a los clientes y realizar una serie de tareas administrativas. Si no tienes a alguien que te esté animando, puede ser difícil. Ya sea tu pareja, un colega o un mentor de negocios, necesitas a alguien en tu esquina”.

Otra señal que debemos incorporar… ¡los horarios establecidos!; «Administrar perfectamente el tiempo es el primer paso para lograr un negocio panadero eficiente. Se trata de establecer horarios específicos de producción para entregar productos a tus clientes en el momento exacto que los necesiten. Es decir, ajusta el tipo de productos a los horarios en que tienen mayor demanda. Por ejemplo, algunos países acostumbran desayunar pan francés o dulce, por eso deben estar listos apenas abras el negocio. El objetivo es disminuir la cantidad de productos que no se vendieron al final del día. Si tu producción tiene un retraso de 1 o 2 horas, seguramente no lograrás vender todo el producto», detalla una de mis fuentes consultadas para redactar esta columna de mayo.

Entonces, ¿qué te hace ser un o una buena panadera o pastelera? El conocimiento, sí. La práctica, claro. Pero sobre todo, esa mezcla única de entrega, sensibilidad y fuego interior que transforma el trabajo cotidiano (y bien coordinado) en una vocación que se saborea con el alma.

¡Los leemos en junio! Gracias por estar ahí.

Fuentes:
Mercados & Tendencias
Gaux Alemania
EVO Payment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cuatro + 5 =