El creador de los célebres “Calugones Pelayo” vuelve ahora, con esta nueva compañía que hereda la tradición y la receta de este masticable que está en el corazón de los chilenos.
Fue a principios de la década de los 70’s que Pelayo Monroy, creador del tradicional dulce que lleva su nombre, dio sus primeros pasos en el negocio de los confites, elaborando y distribuyendo él mismo sus productos. Así se abrió paso con su fórmula de caluga de nuez y leche hasta consolidarse en el paladar de los chilenos y ampliarse incluso a nuevas categorías.
Hace un par de años, Pelayo Monroy conversó con el diario La Tercera, donde recordaba su infancia e inicios en el mercado de los dulces; «Siempre me encantaron los dulces. Soy de Nirivilo, cerca de San Carlos. Mi familia vivía de la agricultura, teníamos ovejas, vacas y chanchos. Como soy el mayor de los doce hermanos, fui el primero en venirme a Santiago. Al principio me dolía mucho la cabeza, encontraba que todo era una locura. Un día vi un aviso donde buscaban a alguien para vender chocolates; me gustaban mucho, así que acepté, pero la gente prefería las calugas, que eran más baratas. Todavía uso la paila con la que hicimos las primeras calugas. Las hicimos a martillazos con mi primer socio. Lo conocí el año 67, cuando aún era vendedor. Le dije: «Tú pones el conocimiento y yo las lucas». Desde la primera vez, supe que era buena receta. No nos fue bien y al año nos separamos. Yo seguí con mis hermanos. Me levantaba a las tres para preparar el fuego y en la tarde salía a repartir en bicicleta. De a poco llegaron clientes y empezamos a crecer».
Pelayo Monroy expresó que; «Quebramos porque se hicieron malos negocios. Fue por ambicioso; uno por querer ganar más, se pega esas caídas. No tiene que ver con la venta de la marca en 2006, fueron otras malas decisiones».
Hoy, Sofía Monroy, hija del creador de los famosos confites, es actualmente la gerente general de la empresa heredera de la tradición, Confites Chiñihue. Ella entrego al diario Las Últimas Noticias hace algunas semanas atrás un breve relato de lo que la empresa ha vivido desde el estallido social hasta hoy; «Nosotros vendemos muchos masticables en el mes de octubre, por Halloween, y nuestros clientes no los pudieron comercializar para esa celebración en el 2019. Por tal motivo se produjo un estancamiento brutal. Después llegó la pandemia, que enfrentamos sin espaldas económicas y nos beneficiamos de las ayudas que les entregaron a las empresas. Estuvimos solamente un mes detenidos y de ahí para adelante seguimos produciendo porque la gente consumía dulces de todas formas. Este año ha sido duro, pero seguimos aquí».
Hoy el popular producto, que por muchos años se podía comprar por pocos pesos en la antigua locomoción colectiva de varias ciudades de Chile, se llama “Más Calugón” y, como señalan en la web de la confitería, es el “auténtico calugón de leche con nuez, con la receta tradicional de su creador Pelayo Monroy Novoa”. Luchan por abrirse paso en un mercado del que antes eran los indiscutidos líderes.
«Hay mucha competencia en el rubro de los confites, no necesariamente con el mismo calugón, pero si con otros productos como por ejemplo los masticables importados. Obviamente, todos quieren que un calugón sea lo más barato posible, pero nosotros no tranzamos la calidad. En este punto tenemos discrepancias con algunos clientes que nos dicen que los productos traídos de afuera les salen mucho más baratos… y yo les respondo que lean los ingredientes que tienen», recalca Sofía Monroy.
Hay Calugones Monroy ex Pelayo para rato. Y ahora suman a la dulce familia al Calugón artesanal Chiñihue en las variedades; Leche, Nuez, Leche Clásica y Tres Leches.
Hola, puedo pedir un par de cajas? Ustedes distribuyen?
Hola Ana Luisa, puedes contactar directamente con la empresa; https://www.confiteschinigue.cl/
Saludos