Ingresó adquiriendo a Unilever todos los activos fijos y las marcas locales de un tradicional nombre ligado en nuestro país a la indulgencia helada; Bresler.
Con más de 120 años de existencia, para Carozzi el ingreso al negocio de los helados mediante las marcas Bresler (Antes propiedad de Unilever) está en línea con su objetivo estratégico de crecer en categorías en las que no está presente, a partir de marcas de tradición y alta preferencia entre los consumidores.
De acuerdo a informaciones emanadas del diario La Tercera “Carozzi informó que concretó su ingreso al negocio de helados en Chile, con la compra de todos los activos fijos y las marcas locales Bresler, además de la licencia de las marcas internacionales presentes en el mercado local y comercializadas por Unilever Chile, Magnum, Calippo, Fruttare, Carte D’Or, Cornetto y Vienetta. “Bresler es una marca de larga tradición en Chile, muy querida por los consumidores. Para Carozzi representa una oportunidad de desarrollar una nueva categoría, hacer sinergias con nuestras marcas e integrarla a un portafolio de productos que forma parte de la historia de miles de familias en el país”, afirmó Sebastián García, gerente general de Carozzi”.
Esta compra implica un importante cambio de logotipo e identidad visual de la conocida marca de helados en Chile. La empresa confió en la agencia Procorp para diseñar desde el paso, el Bresler del futuro. Realizaron una radical modificación del logotipo y de la imagen corporativa, añadiendo el color púrpura, con el cual, y a juicio de Procorp, la agencia de diseño a cargo, refleja el carácter cercano y juvenil de la marca, con la que buscan llegar nuestros clientes.
Procorp así detalla la nueva imagen en su página web; «A raíz de la adquisición a Unilever de la marca denominativa “Bresler” y de su portafolio de productos, Carozzi enfrenta el desafío de cambiar la identidad visual del reconocido símbolo “corazón”, ya que este seguirá siendo propiedad de la transnacional para el mercado mundial. En este contexto se confía a Procorp el desafío de proyectar una nueva identidad visual para el relanzamiento de la marca Bresler en el mercado nacional. La nueva solución plantea el diseño de un logotipo caligráfico, que presenta la evolución necesaria para denotar una nueva propuesta, pero su forma respeta y se funda en el reconocimiento de su historia: es una nueva identidad, pero incorpora la tradición que la ha hecho querida y reconocible por décadas en las familias chilenas. Finalmente conectamos de manera única y simple nombre con símbolo, a través de gotas que representan la espontaneidad, el sabor y la cremosidad, propios de la indulgencia y la alegría».
Y a Bresler, se suma Helados San Francisco de Loncomilla. Así lo informó Prensa Digital; «Carozzi, propiedad de la familia Bofill y especializada en la industria alimenticia, emitió un comunicado recientemente donde indicó que, después de un proceso de compra y venta, por fin logrará comprar la empresa propietaria de los famosos helados San Francisco de Loncomilla. A través de un hecho esencial que recibió la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), se confirmó el trámite de venta de la compañía creada en 1975 por la familia Mac Clure Lyon. Dicha compra deberá ser visada por la Fiscalía Nacional Económica. Con tal adquisición, la compañía de consumo masivo, Carozzi, busca consolidar su tercera posición de mercado y completar su actual oferta en el segmento helados, en el cual, por medio de Bresler, participa en el canal tradicional y en el formato cassata en supermercados”.
En Bresler están, desde ya, aventurando una nueva temporada de helados renovadora y diversa en sabores y formatos, con el fin de satisfacer los gustos de cada uno de sus consumidores.
