En la era de la información, los datos se erigen como uno de los activos más preciados para las empresas del rubro alimenticio en todo el mundo, especialmente en los países desarrollados.
La industria alimentaria, entre la cuales se incluye a la del Bakery de manera tangencial, consciente de esta realidad, ha comenzado a aprovechar al máximo esta valiosa fuente de información. Cada fluctuación en la temperatura de una máquina o cada tarea realizada por un equipo de trabajo en una planta de producción, se convierte en un dato crucial que susurra sobre el estado de la cadena productiva. Y es en este contexto que la inteligencia artificial (IA) emerge como un puente entre los operarios y los tomadores de decisiones, proporcionando insights valiosos para mejorar la eficiencia en la producción.
César Mariel, CEO de la empresa española de software Iristrace, ha liderado una iniciativa para perfeccionar las aplicaciones de la IA en la industria alimentaria. Mariel, con experiencia previa en el sector alimentario, reconoce los desafíos que las empresas enfrentan al capturar datos de manera efectiva. Su visión optimista se centra en el potencial de estas herramientas para optimizar la cadena productiva.
La implementación de la IA en la industria alimentaria no solo representa un avance tecnológico, sino también una necesidad urgente de armonizar el talento humano con los procesos de producción modernos, cada vez más automatizados en la industria alimentaria. La IA no busca reemplazar a los trabajadores, sino complementar sus habilidades y mejorar la eficiencia en todas las áreas de la producción alimentaria.
Uno de los principales proyectos de IA de Iristrace se centra en la recolección de datos y su posterior análisis. Mediante un proceso de entrenamiento, la IA es capaz de responder consultas sobre incidencias en la planta de producción, proporcionando informes detallados como si se tratara de un consultor experto. Esta capacidad no solo agiliza la toma de decisiones, sino que también libera a los profesionales de tareas repetitivas y tediosas.
Sin embargo, la implementación de la IA no está exenta de desafíos. La familiarización de los trabajadores con estas herramientas requiere simplificar las interfaces y proporcionar un adecuado entrenamiento. Además, las regulaciones sobre protección de datos varían según la región, lo que puede limitar el acceso a ciertas herramientas en algunos mercados.
A pesar de estos desafíos, las oportunidades que ofrece la IA en la industria alimentaria son significativas. La automatización de tareas rutinarias libera tiempo para que los profesionales se centren en tareas más complejas y estratégicas. Además, la IA puede mejorar la productividad hasta en un 37%, según estudios del MIT, al tiempo que aumenta la calidad del trabajo final.
Mirando hacia el futuro, la IA se perfila como un complemento indispensable en todas las áreas de la industria alimentaria. Desde el diseño de etiquetas y envases hasta la optimización de procesos y la innovación en la formulación de productos, la IA promete impulsar mejoras significativas en la eficiencia y la competitividad de las empresas del sector.
La integración de la inteligencia artificial en la industria alimentaria representa un paso crucial hacia una producción más eficiente, sostenible y competitiva a nivel global. Con el potencial de transformar cada aspecto de la cadena de valor, la IA se posiciona como una aliada indispensable en el camino hacia la excelencia en la producción de alimentos.
Fuentes:
Revista iAlimentos
Mercados & Tendencias
The Food Tech