También conocidos como Cream Puffs, Repollitos o Petits Choux en Francia, son unos deliciosos bocados de repostería que tienen su origen en la siempre sorprendente cocina gala.
Su historia se remonta al periodo del Renacimiento, cuando la corte francesa adoptó muchas técnicas culinarias italianas. Se cree que los profiteroles fueron introducidos en Francia por Catalina de Médici, una noble italiana, en el siglo XVI. Desde entonces, se han convertido en un clásico de la pastelería francesa y han conquistado paladares en todo el mundo.
Los profiteroles se elaboran a partir de una masa llamada pâte à choux (masa choux), una mezcla ligera y aireada que se cocina dos veces: primero en olla al fuego y luego en el horno. La masa choux no lleva levadura ni polvo de hornear, su textura ligera se debe esencialmente debido al vapor generado durante la cocción. «Como en toda la repostería, especialmente la más delicada como es esta, acertar con los tiempos y temperaturas perfectos es un ejercicio de conocimiento del propio horno», señalan en el blog de Invitado Invierno, especializado en confitería.
Una vez cocidos, los profiteroles se rellenan tradicionalmente con crema pastelera, aunque existen muchas variaciones modernas que utilizan helado, nata montada o incluso cremas saladas para rellenarlos. Los profiteroles rellenos suelen ser cubiertos con una salsa de chocolate o caramelo, que les añade un toque dulce irresistible. Los profiteroles son extremadamente versátiles y se pueden disfrutar de diversas maneras:
• Profiteroles Clásicos: Rellenos de crema pastelera y cubiertos con salsa de chocolate, una opción clásica que nunca pasa de moda.
• Profiteroles con Helado: Una versión refrescante perfecta para los días calurosos, en la que se rellenan con helado y se sirven congelados, cubiertos de salsa de chocolate caliente para un contraste de temperaturas delicioso.
• Croquembouche: Un espectacular montaje en forma de pirámide hecho con profiteroles pegados con caramelo. Es una opción popular en celebraciones y bodas en Francia.
• Profiteroles Salados: Aunque menos comunes, los profiteroles también se pueden rellenar con mezclas saladas, como mousse de salmón, paté o cremas de queso, ideales para aperitivos sofisticados.
Los profiteroles son una joya de la repostería francesa que ha sabido evolucionar y adaptarse a diferentes gustos y ocasiones. Su masa ligera y versátil, junto con una gran variedad de rellenos y coberturas, hacen de estos pequeños bocados una delicia que se puede disfrutar de innumerables maneras. Ya sea en su forma clásica o en alguna versión moderna y creativa, los profiteroles siempre serán una opción exquisita para endulzar cualquier momento.
Fuentes:
Comedera
Dhul
Invitado Invierno