A partir del año 2026, una normativa ya pospuesta y que entrará en rigor en Chile modificará la composición de este producto: todas las harinas deberán ser vigorizadas con vitamina D3.
El Ministerio de Salud actualizó el decreto que exige la fortificación con vitamina D en la leche y las harinas en general. Aunque la normativa estaba prevista para entrar en vigor en julio de 2024, su aplicación se postergó por 24 meses, fijando su implementación para junio de 2026.
The Food Tech en su sitio web señala que; «El aplazamiento obedece a cuestiones técnicas, por lo que se volvió a otorgar un nuevo plazo. Al respecto, las autoridades señalan que, a diferencia del anterior decreto, se requiere que la verificación de la fortificación se de en todas las leches líquidas y en polvo y en las harinas, y no en el alimento utilizado como materia prima».
Hablamos de un compuesto clave para la salud ósea que, en la mayoría de los casos, se obtiene de fuentes animales, por tanto hay interrogantes que siguen siendo válidas; «Una de las principales preocupaciones de esta nueva normativa es la falta de transparencia en el etiquetado de los productos derivados de la harina. Si bien las harinas fortificadas con vitamina D3 de origen animal deberán indicar esta información en sus envases, los productos elaborados con esas harinas, como el pan, la pasta o la repostería, no estarán obligados a especificarlo. Esto significa que, a menos que los fabricantes lo indiquen voluntariamente, los consumidores no podrán saber si los productos que compran contienen ingredientes de origen animal debido a la fortificación de la harina utilizada en su elaboración», advierte el Magazine Mestizos
El Ministerio de Salud ha establecido que la fortificación de las harinas con vitamina D será obligatoria, dando prioridad al uso de vitamina D de origen vegetal. En caso de emplear vitamina D de origen animal, el etiquetado deberá advertir a los consumidores sobre su procedencia.
¿Cómo fue la dinámica que condujo a este cambio? De acuerdo a fuentes oficiales del Ministerio de Salud del año 2024 la situación marcó un antes y después con esta información: «La Encuesta Nacional de salud de 2017 evidenció la deficiencia de vitamina D en las personas, distinguiendo entre esa población a las mujeres en edad fértil y a las personas mayores, sin diferencia de sexo, concluyendo que existe severa deficiencia, que se debe a distintas causas derivando en la prevalencia del sedentarismo, elevada presencia de obesidad, lo que se asociada a diversas patologías que van desde la salud mental a enfermedades autoinmunes”.
La normativa específica que la harina deberá ser enriquecida con colecalciferol, ya sea de origen vegetal o animal, permitiendo un margen de fortificación de hasta un 40% por sobre el nivel mínimo establecido. Además, el reglamento exige que el origen de la vitamina D sea declarado conforme al artículo 107 h. Asimismo, la fiscalización de esta fortificación se llevará a cabo tanto en la harina utilizada como materia prima en otros productos como en la destinada a la venta directa al consumidor.
Fuentes:
Magazine Mestizos
The Food Tech
La Tercera