Las tres opciones de la marca ya se pueden encontrar en tiendas minoristas y especiales, las que al igual que el clásico chocolate, se disfrutan con su variedad de capas, texturas y sabores.
Así lo comercializa su productor: «Los seguidores de Ferrero Rocher reconocerán el excepcional sabor y la textura de la crujiente capa de delicioso chocolate y las avellanas tostadas a la perfección que se despliegan en un delicado helado sabor avellana, con un remolino a base de avellanas y cacao. Con su singular forma redondeada, un sabor sofisticado y una textura sensacional, es ideal para aquellos que buscan un momento de puro placer. Los helados de Ferrero Rocher se confeccionan con la misma experiencia, cuidado, ingredientes de calidad e infinita atención al detalle por los que son conocidas nuestras marcas».
«The sublime hazelnut experience» es la promesa que esta afamada marca de bombones ofrece para quienes degusten sus nuevos helados, pero ¿Qué hay detrás de esta decisión comercial?
Lo hemos indicado antes en Mercados & Tendencias de RedBakery: «Desarrollemos el contexto conceptual de esta estrategia; Cuando una empresa decide diversificar su portafolio y comenzar a producir productos en una nueva categoría, como una chocolatería que empieza a fabricar helados, está realizando diversificación horizontal. Aunque ambas líneas de productos (chocolates y helados) pueden estar relacionadas en términos de mercado objetivo o insumos, no implica una integración con otra empresa, como sería el caso de una integración horizontal, sino un tipo de expansión interna hacia un nuevo segmento dentro del mismo nivel de producción».
El objetivo final es ampliar la oferta para el consumidor fiel, proporcionándole más opciones dentro de una misma categoría y reforzando su vínculo con la marca. Esta estrategia permite proyectar la indulgencia a través de productos similares, evitando cambios drásticos que puedan generar fricciones en la experiencia del cliente. Al mantener la esencia del producto original, se asegura la continuidad en los hábitos de consumo, optimizando la aceptación en el mercado.
Desde el punto de vista de la producción y distribución, esta táctica resulta altamente eficiente, ya que permite diversificar el portafolio sin modificar significativamente los procesos industriales ni alterar la logística de comercialización. Al reducir costos de innovación y minimizar riesgos asociados a la introducción de nuevos formatos, las marcas pueden capitalizar tendencias de consumo sin comprometer la estabilidad operativa.
Además, esta estrategia responde a un comportamiento recurrente en el mercado: los consumidores buscan variedad sin perder la familiaridad con los productos que ya conocen y disfrutan. Así, al ofrecer alternativas dentro de una misma línea, se refuerza la lealtad del cliente, se incentivan compras adicionales y se potencia la percepción de valor de la marca en un entorno competitivo.
«Antonella Sottero, directora de la marca Ferrero Rocher señaló que este lanzamiento representa un orgullo de la marca para seguir conquistando mercado con sus sabores populares. Las tres presentaciones de la marca tienen una triple experiencia que se describe con 3 capas de sabor: cobertura de chocolate con leche enriquecido con trozos de avellanas crujientes, cremosa salsa de caramelo y suave helado con sabor a avellana», informó sobre las impresiones de ejecutivos de la marca hace unos días atrás el portal especializado The Food Tech.